El Ibex perdió el nivel de los 9.000 puntos en una sesión con sesgo negativo desde el primer momento. De una parte, los inversores quisieron hacer caja para cerrar un buen mes de octubre para el Ibex al sumar un 4,78%. Por otro lado, las presiones sobre la deuda de los países periféricos aumentaron por las dudas sobre el futuro de sus economías, en puertas de la recesión, y la constatación de que la crisis de la deuda soberana va a llevar a algunas entidades a la bancarrota, tal como sucede con MF Global en Estados Unidos. Asimismo, los datos de desempleo no permiten pronósticos favorables para los próximos meses. Esta realidad traspasa las fronteras de Europa, como lo demuestra el anuncio del despido de 16.000 empleados por parte de las tecnológicas Dell, Lenovo, EMC y TDK. En este contexto, el Ibex se dejó un 2,92%, hasta los 8.954,90 puntos. Las bajadas en el resto de plazas europeas fueron también importantes. París descontó un 3,16%, Fráncfort un 3,23% y Londres un 2,77%. En el Ibex, los grandes bancos fueron los protagonistas. BBVA retrocedió un 5,26% y Santander un 3,86%. Popular, Sabadell y Caixabank restaron más de un 3%. Sin embargo, los dos peores del día fueron Gamesa (-9,59%), penalizada por el aviso de beneficios de su rival danesa Vestas, y Sacyr (-5,91%). En París, el CAC despidió octubre con una subida acumulada del 8,75%, su mejor mes desde julio de 2009. Ayer, el sector financiero se hundió con estrépito. Société Générale cedió un 9,79%, BNP Paribas, un 9,63%, y Crédit Agricole, un 7,86%. Sólo EADS escapó de los números rojos.