El PSE no quiere empezar a hablar de autodeterminación «desde el minuto 1»
Las afirmaciones hechas el domingo por Patxi López intentando negar la existencia de un conflicto político han suscitado sorpresa y cierta controversia. El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, ofreció ayer algunas pistas al respecto al indicar que lo que su partido no quiere es que «se empiece a hablar del derecho de autodeterminación desde el minuto uno. Ya llegará el momento». «No tenemos ninguna prisa», incidió.
GARA | GASTEIZ
El portavoz parlamentario del PSE en Gasteiz, José Antonio Pastor, consideró ayer que los partidos políticos «no pueden empezar a hablar desde el minuto uno del derecho de autodeterminación, de una mesa de partidos, de lo que algunos llaman el conflicto político vasco o de lo que algunos entienden como normalización política, que es asumir determinadas tesis de los nacionalistas».
«Ya llegará el momento de que cada cual pueda defender sus planteamientos legítimamente», añadió Pastor en una entrevista en Radio Euskadi.
La afirmación viene precedida de las polémicas declaraciones hechas el domingo por Patxi López, líder del PSE, ante el llamado Comité Nacional del partido, en las que tildó el derecho a decidir de «obsesión particular de los nacionalistas» y afirmó que «el único conflicto que hemos tenido es ETA». La izquierda abertzale le respondió el lunes, y ayer lo hizo el PNV.
Pastor vino a argumentar ayer que el PSE no niega que haya que abrir un debate político, pero que prefiere dejar pasar un tiempo. Así, abogó por gestionar «con tranquilidad, inteligencia y sentido común» el nuevo momento político.
A su juicio, lo primero es «ganar la convivencia y tratar de dibujar entre todas las fuerzas democráticas, incluida Bildu, un nuevo escenario para Euskadi, con el mayor consenso, un territorio común donde todos nos sintamos cómodos».
«No se sabe adónde»
«No tenemos ninguna prisa en movernos a toda velocidad para llegar a no se sabe dónde, que es lo que parece que algunos partidos quieren poner encima de la mesa», añadió el portavoz parlamentario del PSE.
En este sentido, explicó que la ronda iniciada por el lehendakari, Patxi López, con los agentes sociales, sindicales y políticos, tiene el espíritu de «coser las heridas que ha sufrido esta sociedad, recomponer la convivencia en la sociedad vasca y recomponer cierto espíritu de lealtad, de sentido de país, entre todos los partidos para dibujar un espacio común».
Sin embargo, lamentó algunas imágenes que se han dado tras los citados encuentros en las que «nadie se ha podido sus- traer a la tentación de marcar un poco su perfil político, probablemente por la cercanía de la campaña electoral».
En este sentido, se dirigió específicamente al PNV para indicar que «no es una contribución decir `adelante usted las elecciones'. Eso no es contribuir a la paz. Eso es una estrategia electoral a corto plazo».
«Entiendo que lo plantee el PNV porque está francamente nervioso y asustado por el resultado electoral y es una manera de posicionarse políticamente», matizó.
Amaiur y la espuma
Por contra, José Antonio Pastor advierte buenas previsiones electorales para la nueva coalición Amaiur, formada por la izquierda abertzale, EA, Alternatiba y Aralar. Dijo de ella que «está en un cierto periodo de efervescencia».
«Ha aflorado la espuma de la gaseosa cuando se destapa durante muchos años el tapón. Eso se asentará, pero es evidente que tienen perspectivas electorales importantes que, por cierto, preocupan muy mucho al PNV», consideró Pastor.
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, respondió ayer a las declaraciones hechas el domingo por López, y lo hizo indicando que el propio lehendakari «es un exponente del conflicto político» dado que fue «aupado al cargo por los votos del PP», una circunstancia que no sería posible en el resto del Estado.
En un acto preelectoral en Gasteiz, Iñigo Urkullu reclamó a Patxi López que deje a un lado las «disputas» y se dedique a impulsar acuerdos «entre todos» a fin de lograr «un nuevo estatus, un pacto político» que sustituya al Estatuto de Gernika y sea acordado por los partidos y refrendado por la sociedad. El líder del PNV insiste en que la fecha idónea para ello sería el año 2015. Y para ello pide «trabajo discreto, compromiso y acuerdo».