El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, cree que el operativo de las fuerzas de seguridad que acabó con la vida del número uno de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Guillermo Sáenz Vargas, alias Alfonso Cano, fue «correcto».

Santos justificó el acto diciendo que «en el caso de Alfonso Cano era lo correcto, porque queremos buscar la paz para este país por las buenas o por las malas». Además, ha reiterado que el Gobierno mantendrá la presión militar sobre la guerrilla hasta que estos «demuestren una verdadera voluntad de paz».

El presidente ha solicitado a terceros países que no interfieran en el conflicto con los grupos armados que operan en Colombia, porque son una cuestión nacional. Pero ha aclarado que si fuese necesario para lograr la paz, pediría ayuda a sus socios Correa, Humala y Morales.