Un grupo de activistas contrarios el régimen sirio impidió ayer la entrada a la sede de la Liga Árabe en El Cairo a una delegación de la oposición interna en Siria, integrada por cuatro activistas de derechos humanos, que pretendía reunirse con su secretario general, Nabil al-Arabi, por considerarles afines al régimen de Bashar al-Assad, ya que no se mostraron partidarios de congelar la adhesión de Siria a la LIga Árabe ni del «establecimiento de una zona de exclusión aérea para proteger a los civiles».

Ayer grupos opositores informaron de la muerte de 25 personas, ocho de ellas en Damasco, por disparos de las fuerzas de seguridad. El resto de fallecimientos ocurrieron en Hama, Deraa, Homs, Deir Ezzor e Idleb. Siete eran soldados.