La presión de la prima de riesgo italiana, que se movía ayer no muy lejos de los 600 puntos básicos, convulsionó a las bolsas, a diferencia del día anterior. La respuesta de los inversores puede considerarse todavía moderada, pese a que debe pagar más del 7% por la deuda, un nivel que obligó a los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal. La posición de la tercera economía de la eurozona, aunque peligrosa, es susceptible de ser revertida si los acuerdos políticos cristalizan en un corto periodo de tiempo y Berlusconi sale del gobierno. En el Estado español, la prima superaba ampliamente los 400 puntos, aunque no batía ningún máximo anterior. El miedo traspasó el Atlántico y los índices de Nueva York también sufrían notables recortes. El cóctel de la preocupación aumentó con las previsiones de estancamiento en el crecimiento del Estado francés y las reflexiones con sesgo negativo del llamado «comité de sabios alemanes» sobre las repercusiones de la crisis de deuda en la salud de la economía alemana. Por tanto, el fantasma del rescate doblegó a todos los índices europeos. El Ibex perdió un 2,09%, hasta los 8.340,60 puntos. También cerraron en rojo Londres (-1,92%), París (-2,17%) y Fráncfort (-2,21%). En el Ibex, todos los grandes, excepto Telefónica (-1,80%) y Repsol (-0,16%), cayeron más de un 2%. Los más penalizados fueron Sacyr (-6,52%), ArcelorMittal (-5,36%) y Mediaset (-4,87%). En París, con todos los valores a la baja, los peores fueron Veolia Environnement (-6,40%), Alstom (-5,69%) y ArcelorMittal (-5,52%). Hasta diez firmas rebajaron en más de un 4% sus precios.