Crisis económica y política
Italia acelera la salida de Berlusconi para tratar de frenar su desplome
El Parlamento italiano quiere aprobar este fin de semana su Ley de Presupuestos. De esta manera se daría luz verde a las reformas que demanda la UE –están incluidas en el proyecto de cuentas– y se aceleraría la dimisión de Silvio Berlusconi. La esperanza es que ambas medidas calmen a los prestamistas, después de que el interés del bono a 10 años se disparase ayer por encima de la barrera crítica del 7%.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Una vez superado el primer impacto de la noticia, el anuncio de dimisión de Silvio Berlusconi como primer ministro italiano no alivió los temores de los prestamistas internacionales, que ayer hicieron evidente su temor a que el país no pueda devolver el dinero.
Fruto de ello, los bonos a diez años llegaron a alcanzar la cota del 7,46% de interés (7,25% al cierre), con una prima de riesgo -el diferencial con el bono alemán- que tocó su techo con 574 puntos básicos antes de cerrar a 551, cifras que sitúan a Italia, y a la Unión Europea, al borde del precipicio. Y es que este país representa el 20% del PIB de la eurozona, cuando por ejemplo Grecia supone sólo el 2,5%.
Italia tiene la tercera mayor deuda del mundo, 1,9 billones de euros, sólo por detrás de Japón y Estados Unidos. Los expertos coinciden en subrayar que con estas cifras un rescate similar al efectuado con otros estados es imposible.
En un intento de frenar la hemorragia, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, emitió una nota aseverando que «no existe ninguna duda» sobre la decisión de Berlusconi de abandonar su cargo.
Sin embargo, el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, indicó que el problema de su país «no es un problema personal, es un problema de la economía italiana».
Napolitano reconoció que su comunicado tenía como objetivo hacer frente a las «presiones de los mercados financieros» sobre los títulos de deuda pública, que ayer alcanzaron «niveles alarmantes». Explicó que el cese de Il Cavaliere «se hará operativo con la aprobación en el Parlamento de la Ley de Presupuestos para 2012», que incluirá una enmienda con las primeras reformas económicas aprobadas ya por el Ejecutivo.
«Se llevarán a cabo entonces inmediatamente y con la máxima rapidez las consultas por parte del presidente para dar solución a la crisis de Gobierno posterior a la dimisión de Berlusconi», explicó Napolitano.
«Por lo tanto, en un breve plazo de tiempo o se formará un nuevo Gobierno que pueda, con la confianza del Parlamento, tomar cualquier ulterior decisión que sea necesaria o se disolverá el Parlamento para dar enseguida inicio a una campaña electoral que se desarrolle en el plazo más breve posible», agregó.
Este fin de semana
Vista la situación, la junta de portavoces de la Cámara de los Diputados y del Senado decidió acelerar los trámites. Los presupuestos, que incluyen la «maxienmienda» que aprobó el pasado 2 de noviembre el Ejecutivo con las reformas urgentes que le habían sido exigidas por la Unión Europea, llegarán mañana al pleno del Senado, donde se espera que sean aprobados ese mismo día, puesto que tanto la mayoría en el poder como la oposición han retirado todas las enmiendas.
Tras la aprobación en el Senado, el texto pasará el sábado a la Cámara de los Diputados para su aprobación definitiva, que podría tener lugar ese mismo día o aplazarse al domingo.
Berlusconi habla de «traición»
Mientras, Silvio Berlusconi, entrevistado por el rotativo «La Stampa», confirmaba su decisión, forzada por las presiones externas e internas y agudizadas por su pérdida de la mayoría absoluta en el Parlamento. Al respecto, tildó la situación de «alucinante» y declaró sentirse «traicionado».
El todavía primer ministro auguró que las elecciones se celebrarán a principios del próximo febrero e insistió en que él no se presentará. Es más, ya adelantó que el candidato de su formación, el Pueblo por la Libertad (PDL), será el antiguo ministro de Justicia y actual secretario general de su partido, Angelino Alfano.
Desde la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático (PD) -centro-izquierda-, se abogó por aprobar las reformas y dar carpetazo a la era Berlusconi lo antes posible. Así se expresaron tanto el portavoz parlamentario, Dario Franceschini, como el subsecretario Enrico Letta, quien abogó por trabajar en la creación de un «gobierno de emergencia» ante la «dramática» situación.
«Carnicería social»
No toda la oposición comparte la opción de conformar un gobierno de transición durante unos meses. Desde la formación de izquierda Italia de los Valores, su líder, el ex magistrado Antonio Di Pietro, defendió que «solo con las elecciones se puede llegar a un Gobierno que coja el dinero de los que hasta ahora se han hecho los listos».
Según el antiguo juez, que lideró el movimiento Manos Limpias contra la corrupción a principios de la década de 1990, «otra solución sería un apaño que serviría solo para hacer una carnicería social».
Por su parte, la presidenta de la patronal Confindustria, Emma Marcegaglia, consideró que Italia está «al borde del precipicio. Si no se pone final a esta situación, Italia ya no tendrá acceso a los mercados financieros».
Las reclamaciones de Merkel
La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó las «declaraciones de intenciones» y reclamó «cambios estructurales» para configurar «una nueva Europa», mostrándose partidaria de modificar los tratados de la UE para una mayor integración.
«Una comunidad que dice, independientemente de lo que ocurre en el resto del mundo, que no puede cambiar nunca más las normas en las que se asienta, es una comunidad que no puede sobrevivir. Dado que el mundo está cambiando mucho, debemos estar preparados para responder a los retos, lo que significa más Europa, no menos Europa», remarcó.
La canciller también respondió al informe presentado ayer por el Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, cuyos cinco integrantes sugirieron la creación de un pacto europeo de amortización de la deuda para rebajarla hasta un máximo del 60% del PIB.
«He visto que ustedes proponen colectivizar las deudas que están por encima del 60% del PIB. Naturalmente lo estudiaremos, pero creo que hay una serie de problemas constitucionales y que se necesitarían muchas modificaciones de los tratados europeos. En todo caso, sus informes siempre son un estímulo», zanjó Merkel.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, calificó de «insostenible» la situación italiana. «Si uno no tiene credibilidad sobre los planes que tiene para afrontar sus deudas y abordar sus déficits, nos gusten los mercados o no, estos no nos prestarán ningún dinero», resumió.
El repunte de la crisis coincidió con la llegada a Roma de los inspectores de la Comisión Europea (CE) y del Banco Central Europeo (BCE) encargados de supervisar las reformas económicas que Berlusconi se comprometió a acometer el pasado 26 de octubre.
La economía francesa va a sufrir un estancamiento en el cuarto trimestre, según la primera estimación del Banco de Francia, que ayer constató un deterioro en los indicadores mensuales de los sectores de Industria y Servicios.
El banco francobelga Dexia anunció unas pérdidas de 6.320 millones de euros en el tercer trimestre del año, principalmente como consecuencia del acuerdo para nacionalizar su negocio en Bélgica al que se vio abocado por su delicada situación.
La decisión sobre quién será el primer ministro del nuevo Gobierno griego de unidad fue pospuesta hasta hoy, según anunció la Presidencia helena, debido a las divergencias entre socialistas y conservadores para consensuar la formación de ese Ejecutivo. La reunión del presidente Carolos Papulias con el primer ministro saliente Yorgos Papandreu (Pasok) y el líder de la oposición conservadora de Nueva Democracia (ND), Antonis Samaras, se retomará esta mañana. Andreas Lykurentzos, secretario general de Nueva Democracia, aclaró que su partido no aportará ministros a ese Gobierno. Respecto a la figura del nuevo primer ministro, Samaras declaró no tener preferencias y estar «abierto a todo».
Los políticos griegos llevan ya tres días tratando de consensuar un nuevo Ejecutivo que negocie con la eurozona y el Fondo Monetario Internacional la aplicación del acuerdo de rescate aprobado en Bruselas el pasado 26 de octubre, que condona el 50% de la deuda con entidades privadas y concede un crédito de 130.000 millones de euros.
Mientras, muchos griegos están sacando sus ahorros de la sucursales bancarias ante el temor a un desplome del sector financiero, a la imposición de un «corralito» similar al de Argentina en 2001 -imposibilidad de acceder al dinero ingresado- o a la conversión de sus ahorros al dracma, con la consiguiente pérdida de valor. Según fuentes bancarias citadas por Reuters, en la última semana se han retirado unos 5.000 millones, un 3% del total de los depósitos.
En respuesta, los bancos ofrecen ahora intereses de hasta el 7% para que los clientes mantengan el dinero. Desde enero de 2010 se ha reducido en más de un 21% el total de los depósitos de los bancos, que dependen cada vez más del Banco Central Europeo para mantener su liquidez. En setiembre quedaban unos 183.200 millones de euros. «La incertidumbre está causando daños a la economía y al sistema bancario. Tiene que haber un gobierno fuerte que trabaje duro para garantizar el futuro del país en la eurozona», reclamó el gobernador del Banco de Grecia, George Provopoulos. I.I.
La Comisión Europea (CE) publica hoy sus previsiones económicas de otoño, un informe que «va a mostrar claramente que no hay lugar para la complacencia» por parte de los países de la UE y de la eurozona.