La sede del Gobierno de Lakua en Gasteiz acogió ayer la apertura de «nuevas negociaciones» entre las instituciones y los herederos de Eduardo Chillida -el escenario es diferente, por la llegada de Bildu al ente foral-, en un intento por llegar a un acuerdo para dar una salida al museo ubicado en Hernani y que reabra sus puertas, cerradas al público desde principios de año. Según la nota dada a conocer ayer conjuntamente por ambas intituciones, la consejera de Cultura, Blanca Urgell, y la diputada de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa, Ikerne Badiola, explicaron a los representantes de la familia Chillida «las circunstancias que hacen imposible en este momento la adquisición de la propiedad».

La fórmula para que el museo dedicado al escultor guipuzcoano pase a manos públicas ha provocado numerosos desencuentros durante este tiempo entre las instituciones públicas y la familia, tanto en las cifras que estarían dispuestos a dar y recibir como, principalmente, por el control del proyecto en un futuro, en el que la familia Chillida plantea fórmulas mediante las cuales puedan estar presentes en la gestión del legado. En la actualidad, según pudo saber este diario, los herederos plantean la venta, algo que, debido a la crisis económica y los recortes presupuestarios planteados para 2012 en ambas instituciones, no entra dentro de los cálculos de los poderes públicos.

En consonancia con «su objetivo de conseguir la reapertura de Chillida Leku, a ser posible en primavera de 2012», lo que sí se les realizó ayer a los representantes de la familia fue «una propuesta abierta de colaborar en la financiación del museo mediante la firma de un convenio. Las partes -explicaron- se han comprometido a seguir trabajando en la cuestión para establecer una solución satisfactoria».