Al menos 18 edificios, incluidos dos hoteles, se derrumbaron en la ciudad de Van, en el norte de Kurdistán, tras un terremoto de 5,7 grados en la escala de Richter, según informó la televisión pública turca TRT.

Según esta fuente, un gran número de personas quedaron atrapadas bajo los escombros y los equipos de rescate trabajaban en la zona en busca de supervivientes. Las primeras informaciones hablaban ya de tres personas muertas.

La provincia de Van, fue arrasada por otro seísmo de 7,2 grados el pasado 23 de octubre y causó la muerte de 604 personas. Según la televisión TRT, que informaba en directo desde Van, entre los edificios derribado se encuentra un hotel bajo cuyos escombros se calcula que hay unos 70 huéspedes, así como un microbús con pasajeros.

En el hotel se alojan sobre todo periodistas y personal de la Cruz Roja.

Algunos de los edificios derrumbados habían sido dañados por el terremoto del mes pasado. A medianoche, hora local, los equipos de rescate habían rescatado al menos a una persona herida e intentaban salvar a los demás. Los habitantes de la ciudad de Van sintieron el seísmo y salieron a las calles, mientras se oían las sirenas de las ambulancias en medio de una total oscuridad, causada por un corte de la electricidad.

Varios expertos aseguraron al canal de televisión que el terremoto, que tuvo lugar hacia las 21.00 hora local (20.00 en Euskal Herria) no fue una réplica del anterior, sino un nuevo seísmo, con el epicentro en la aldea de Edremit, aunque el director del Observatorio Kandili de geofísica, Mustafa Erdik, aseguró que aún era demasiado pronto para saberlo.