Amparo LASHERAS Periodista
Sentir, pensar, analizar y comprometerse
Antes de responder cuenta hasta diez. Lo decía el pueblo llano para explicar con palabras sencillas el ejercicio mental de primero escuchar y observar, luego pensar, después analizar y por último opinar. La entrevista de ETA, publicada ayer en este diario, invita a trasladar esa práctica al campo de la dialéctica y la acción cuando se habla o se debate sobre los últimos acontecimientos y lo que éstos significarán en el futuro de Euskal Herria. El comunicado de la organización, anunciando el cese definitivo de la lucha armada, despertó emociones y recuerdos que, como explica ETA en una respuesta, nacían de «ese nudo interno provocado por tanto sentimiento acumulado». Ahora, tres semanas después, las sensaciones deben de encontrar su lugar inolvidable y ceder el paso a la importante reflexión colectiva de cómo construir el nuevo tiempo y qué nos toca hacer a todos y a cada una de nosotras a corto, medio o largo plazo, para materializar el proyecto en el que creemos. Es el momento de pensar, analizar y convertir la opinión en compromiso serio. Y para ello quizás sea necesario buscar en el fondo de una misma y preguntarse si estamos dispuestos a coger el relevo de un sueño y un trabajo que va a exigir algo más que acudir a una manifestación o colocarse una pegatina. Lo que se quiere conseguir (independencia y socialismo) necesita una lucha popular, de clase, activa e imaginativa, que en los diferentes pasos que debamos de dar marque el ritmo y utilice instrumentos, nacidos en el concepto más auténtico de la democracia profunda, por ejemplo la desobediencia civil, una idea que me ha rondado por la cabeza más de diez veces.