Amaral: «Cantan los estribillos como si les fuera la vida en ello»
El grupo Amaral presentará su nuevo disco, «Hacia lo salvaje», hoy y mañana en el Auditorio Kursaal en dos conciertos en los que tocarán todas las canciones del nuevo álbum y algunos éxitos anteriores. Contentos de regresar a Donostia, Eva Amaral y Juan Aguirre llegan con su último trabajo bajo el brazo; un disco, multiventas como todos los suyos, en el que predominan los sonidos eléctricos. Prometieron «caña» para levantar al público de sus asientos.M. LARRINAGA | DONOSTIA
«Hacia lo salvaje» vuelve a innovar en el sonido de Amaral. Como apunta el dúo zaragozano -aunque Aguirre es donostiarra, es maño de adopción-, las canciones se basan más en las guitarras, todo se dota de un aire más elegante y el sonido de la batería también es distinto al de otros trabajos. El disco con el que andan metidos en plena gira posee un sonido más guitarrero, más duro y más parecido al directo. Además, éste es el primer disco que la pareja graba con su propio sello discográfico, Antártida.
Hasta ahora han presentado dos singles, «Hacia lo salvaje» y «Antártida», y parece que al público le gusta lo que ha oído; no hay más que ver los llenos de sus conciertos. Para el concierto de hoy de Donostia las entradas ya están agotadas y para mañana apenas queda alguna. «Estamos gratamente sorprendidos y muy desbordados por la respuesta del público y en muchas ciudades hemos añadido más fechas a las previstas porque estamos intentando que la gente no se quede fuera», explicó ayer Eva Amaral. En Zaragoza, por ejemplo, estuvieron hasta cinco días ofreciendo conciertos. En Donostia tocarán dos días y el Bilbo estarán el próximo 4 de febrero de 2012 en el Palacio Euskalduna.
Eva Amaral y Juan Aguirre se presentan con muchas ganas de sorprender al público. «Tenemos muy buenos recuerdos de Donostia», reconoció Eva Amaral recien llegada a la capital guipuzcoana. «El sonido del disco es bastante eléctrico», agregó Juan Aguirre. Las guitarras cobran un especial protagonismo y la batería suena más contundente que en trabajos anteriores. Pero, aunque suene más potente, la gira está pensada para auditorios de tamaño medio como el Kursaal. «La gira está basada en la energía en el escenario y en la comunicación con el público», detalló Amaral. Por eso, no tienen miedo al público sentado, es más, se lo toman como un reto. «Hemos tocado en todo tipo de sitios y no nos importa si el público está sentado o de pie. No creo que afecte a la energía en el escenario», dijo Aguirre. «Es muy bonito ver como al final la gente se levanta», añadió Amaral. Además, creen que el Kursaal «va a encajar muy bien en el concepto de banda enérgica».
Aunque el disco se lanzara al mercado en setiembre, el dúo ya es capaz de apreciar las reacciones del público. «He detectado que lo vive de manera especial, nos sienten como algo suyo, sienten las canciones como suyas y para nosotros también es muy especial. Cantan los estribillos como si les fuera la vida en ello, los cantan como los cantamos nosotros», expresó Amaral, aunque confesó que ella sólo puede ver a los fans de las primeras filas, los que suelen ser los más fieles seguidores.
Ante la respuesta masiva del público sienten gran responsabilidad y para darles las gracias por el apoyo, tienen claro que su trabajo es hacer «los mejores conciertos posibles».
Quisieron dejar claro que esta gira es para presentar «Hacia lo salvaje», para mostrar el «aquí y ahora» del grupo. Por eso se han decantado por salas más pequeñas y quieren dejar de lado los grandes conciertos, por lo menos hasta febrero, aclaró Aguirre. «Hemos querido mantener este tipo de escenario hasta Bilbao porque está bien ver la mirada de la gente y poder tocar todo el disco», pero ya tienen apalabrados algunos grandes conciertos más adelante en Madrid y Barcelona.
Las entradas para el concierto de hoy de Amaral en en Kursaal donostiarra ya están agotadas, pero aún quedan algunas para el directo de mañana. Además, el dúo zaragozano actuará en el Palacio Euskalduna de Bilbo el próximo 4 de febrero del año que viene.