Maite SOROA | msoroa@gara.net
Según el caso, no cabe la inocencia
La caverna mediática no necesita sentencia alguna para saber si un acusado es culpable o inocente. según quién sea el acusado, ellos ya tienen un veredicto.
«La Razón» se refería ayer al juicio por la muerte en atentado de Joseba Pagazaurtundua y decía que el acusado, al que tenía la delicadeza de tratar de presunto, «ha negado tener nada que ver ni con el crimen ni con ETA. El acusado, Gurutz Agirresarobe, no ha podido acreditar una coartada que le sitúe fuera del lugar de los hechos. La sala tendrá que decidir si las pruebas aportadas por la Ertzaintza, desvirtuadas por la defensa, pueden evitar que el crimen quede impune». Para «La Razón» lo importante no es llegar a la verdad, sino emplumar a alguien. El hecho de que el acusado no recuerde dónde estaba un día concreto a una hora concreta de hace más de ocho años es suficiente para condenarlo. Y el hecho de que la única prueba, una muestra de ADN, sea dudosa, según dijo en el juicio un experto en genética, para ese diario es que la defensa desvirtuó las pruebas.
Tampoco para Manuel Marraco, de «El Mundo», hay duda: «los peritos mantuvieron que el rastro genético de la taza era `suficiente' para una prueba con garantías», y tras ofrecer cifras de probabilidades, continuaba: «Frente a esa cifra demoledora, la defensa presentó una contrapericia. Dos expertos sostuvieron que la calidad de la muestra era `insuficiente' para ser fiable, lo que suponía abrir un resquicio hacia la absolución». ¿Y no podría ser inocente? Eso es lo de menos para el plumilla: «Aguirresarobe no tiene ninguna otra causa pendiente. Es decir, que si escapa del ADN quedará en libertad».
También los de «Abc» piensan que los procesos judiciales, según para quien, están de sobra y, sobre el mismo juicio, Nati Villanueva decía en su crónica: «Consciente de que la única prueba que pesa sobre él es que su ADN apareció en una taza de café (...) Aguirresarobe peleó de forma insólita durante una hora para demostrar su inocencia». Así que lo que dijo era sospechoso porque lo dijo «consciente» de que la del ADN era la única prueba. Si a Villanueva le pidieran 48 años de cárcel, ¿le parecería insólito luchar para demostrar su inocencia?