La montaña rusa en la que vive Itxako entre partidos de competiciones diferentes, viajes y aeropuertos -le costó 20 horas llegar de Rumania a Madrid- tenía su última parada del año en Alcobendas, ante un rival que vive sus mejores momentos, y que le puso las cosas muy difíciles.

A cinco minutos del final el marcador señalaba un empate a 22. Itxako, que había empezado perdiendo hasta que un tiempo muerto de Ambros Martín había aclarado las ideas a sus jugadoras para recuperar el mando del marcador, se enfrentaba a cinco minutos de infarto. A falta de un minuto y medio, con 23-24 para las navarras, Alcobendas pidió tiempo para preparar su jugada de ataque, pero no le dio resultado, y a continuación fue Ambros quien paraba el partido para intentar asegurar la victoria y consolidar el liderato -ya sabían que Mar Sagunto había perdido en casa- con un gol.

Itxako sí logró su objetivo, por medio de Tervel, que lograba el 23-25 definitivo que cerraba un partido fantástico, bien jugado por las locales, que Itxako pudo sacar adelante porque no dejó de luchar y se mantuvo centrado en los momentos decisivos.