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La animación artesanal belga crea la imaginativa fantasía «Pánico en la granja»
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M. I. | DONOSTIA
El Festival de Cannes apostó por esta pequeña obra maestra de la animación artesanal belga, realizada en el sistema tradicional stop-motion de animación fotograma a fotograma. Y lo más extraordinario es que está hecha con juguetes, los indios y vaqueros con los que montábamos batallas imaginarias de niños.
El guión de Marion Charrier Zoé Goetgheluck necesitó tres años de desarrollo, a fin de medir cada uno de los gags y delirantes situaciones que componen esta insólita comedia de aventuras. La no menos minuciosa realización de Stéphane Aubier y Vicent Patar se hizo acreedora al premio de Mejor Película Animada en el Festival de Sitges. Los personajes no tienen nombre y son simplemente Indio, Cowboy o Caballo.