Una de cada tres empresas alavesas asegura necesitar hacer ajustes en sus plantillas a corto plazo por efecto de la crisis económica, según se recoge en el barómetro empresarial de noviembre elaborado por la patronal alavesa y presentado ayer por secretario general del SEA, Juan Ugarte, y el director adjunto, Aitor Otaola.

Según este informe, elaborado a partir de entrevistas a más de trescientas empresas del territorio, el 48% de las mismas considera que la crisis puede afectar «seriamente» al futuro de su empresa, un porcentaje que hace un año era del 36%.

Esta percepción hace que una de cada tres empresas prevea tener que hacer ajustes en sus plantillas a corto plazo, algo que llega al 42% de las sociedades a largo plazo.

Por sectores, en la Construcción, el 70% de las empresas considera que a corto plazo realizará ajustes y en la Madera una de cada cuatro tiene previsto hacer «fuertes ajustes a medio plazo». En lo referente al mercado, el 44% de las empresas considera que la situación es de recesión, mientras que el 31% la ve como de estancamiento.

De cara al futuro, el 45% opina que en los próximos meses habrá una recesión y el 33% de estancamiento. Casi la mitad de las empresas alavesas, el 49%, ha visto reducida su facturación con respecto a la que cerraron hace un año, si bien el 33% ha experimentado una mejora.

Los empresarios alaveses reconocen que lo que más les preocupa es la debilidad de la economía española, concretamente al 85%, seguido de la dificultad de cobro, al 58%, y la subida del coste de las materias primas.

El secretario general de SEA, Juan Ugarte, auguró que el proceso de recuperación va a ser «largo y penoso» y pidió la «suma de sinergias» de empresarios, trabajadores, sindicatos, instituciones y entidades financieras para hacer frente a la situación. En este sentido, dio a conocer que en breve la patronal alavesa presentará a las instituciones un plan de actuación concreto para la mejora de la situación, especialmente en lo referente al empleo.

Vacaciones fiscales

Preguntado por la repercusión que podría tener la devolución de las ayudas recibidas en virtud de las vacaciones fiscales, Ugarte aseguró que «pondría en grave riesgo la pervivencia» de varias empresas del territorio.

Tras equipararlo con la situación que se daría si se reclamaran las deducciones por compra de vivienda a un ciudadano diez años después, con intereses, el secretario general del SEA aseguró que, hasta ahora, la Diputación no ha pedido a las empresas la devolución de las ayudas.