Raimundo Fitero
En blanco
Parece que es una especie de plaga, que los candidatos de todas las partes del globo en celo electoral o pre-electoral sufren un calambrazo en sus neuronas y se quedan en blanco. O peor, reciben mensajes cruzados y contestan cosas impropias, disparatadas, absurdas que les dejan con el culo al aire, perdiendo credibilidad y demostrando su poca o nula formación. Dicen que a algunos les ha costado su carrera, que es una de las fallas del candidato que menos admite el ciudadano votante pasivo. Ese supuesto votante debe ser el mismo que admite las contestaciones o las declaraciones más peregrinas de sus candidatos preferidos.
Quedarse en blanco debería estar premiado, convertirse en un valor, ya que sería la constatación de que el candidato tiene un pensamiento, una idea, un discurso aunque sea labrado en su memoria ligera y no se trata de un leedor de mensajes, o un escuchante de respuestas y convicciones que recibe por su pinganillo, disimulado en su cavidad auditiva. La técnica televisiva de leer y escuchar a la vez que se habla, donde la locutora Ana Blanco de TVE es el gran ejemplo de un busto parlante, capaz de leer en telepronter la constitución de La República del Congo con el mismo tono que un resultado de fútbol. Esa técnica es la que se ha implantado. El diseño de los escenarios donde los candidatos actúan, como la disposición espacial de los débiles, apañados y frívolos seudo-debates electorales, se realizan pensando en estos métodos, y convierten a los candidatos en un instrumento de un aparato de partido que intenta controlar todos los detalles.
La perversión de este sistema llega hasta la insuficiencia democrática que hace que las imágenes, los cortes que se emiten de los mítines son proporcionados por la señal del propio partido. No existen cámaras de una cadena u otra, sino que reciben la señal y después la editan y si pueden la manipulan, pero es más difícil. En todas las cadenas la misma selección. Es decir una uniformidad que evita el que alguien se quede en blanco, pero que todos nos quedemos en blanco, ya que no incitan a ningún tipo de participación. No es casual, está pensado para provocar esta inhibición.