Aunque todavía no es el momento de lanzar las campanas al vuelo, los trabajadores de Corrugados Azpeitia contemplan el futuro con algo más de optimismo que hace unas semanas.

Hoy, a las 10.00, la dirección de la empresa -perteneciente al Grupo Alfonso Gallardo- y el comité de la planta guipuzcoana -formado por 6 delegados de Corrugados Bai, 5 de LAB y 2 de ELA- celebrarán una reunión en la que los propietarios presentarán un plan de viabilidad.

Ésa viene siendo precisamente la demanda de la plantilla, que ayer volvió a concentrarse ante la sede de la Inspección de Trabajo en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. «Estamos expectantes», resumieron a este diario representantes del comité, a la espera de conocer el contenido de la propuesta. «Si el plan es a futuro y lo vemos con posibilidades, estamos dispuestos a hablar de todo», añadieron estas fuentes.

Los representantes de los trabajadores se reunieron recientemente con la Consejería de Industria del Gobierno de Lakua, que mostró su disposición a implicarse en la salvación de la empresa. «De palabra, bien, luego habrá que ver», matizaron con cautela desde el comité.

En esa cita, el Departamento de Industria explicó que está dispuesto a entrar en Corrugados mediante sus programas de ayuda a empresas en crisis, tanto a través de créditos participativos como de avales por un máximo de 15 millones de euros. Estos fondos están condicionados a la presentación del plan de viabilidad que despeje el futuro de la compañía. También el Departamento de Innovación de la Diputación de Gipuzkoa trabaja junto al Ejecutivo autonómico en este proceso.

Pendientes del ERE

La reunión de hoy llega dos semanas después de que el Grupo Alfonso Gallardo anunciara al comité su intención de presentar un ERE de extinción para 140 personas de un total de unas 425, y otro ERE de suspensión del 50% de la jornada para el año 2012. Para el próximo ejercicio la empresa prevé reducir su producción hasta las 300.000 toneladas, 50.000 menos de las previstas para el cierre de este curso y muy lejos del millón alcanzado en 2009.

Entre 2010 y lo que va de 2011 los trabajadores de Corrugados Azpeitia suman ya 176 días de ERE de suspensión, con lo que ello supone asimismo de «gasto» en las prestaciones de desempleo.

En este periodo han visto cómo se frustraba la venta de la fábrica a la Companhía Siderúrgica Nacional de Brasil (CSN), oficializada en mayo pasado por un montante total de 970 millones de euros pero que finalmente, en setiembre, quedó en agua de borrajas entre mutuas acusaciones de incumplimiento.

La factoría azpeitiarra se dedica a la fabricación de acero corrugado, empleado principalmente en el sector de la Construcción y que ha visto disminuida su demanda como consecuencia de la crisis.