Philippe Montanier dirigirá a la Real el domingo en el campo del Betis después de que el Consejo y la dirección deportiva debatieran el domingo tras el partido y ayer su continuidad. Decidieron darle una última oportunidad para romper la dinámica de resultados, 2 puntos de 28, de imagen del equipo y de los constantes cambios que han llevado a dudar del entrenador y de la confianza depositada en él.

En esa línea el director deportivo, Loren Juarros, manifestaba ayer a GARA que «cuando trajimos a este entrenador pensamos en una serie de cosas y en algunas hemos acertado. En un principio aportó un estilo de juego y una forma de jugar que parecía buena para el tipo de jugadores que tenemos. Ahora se están haciendo demasiados cambios, unos por obligación y otros por situaciones tácticas, que han alejado demasiado al equipo de la primera idea, que era buena. Luego los jugadores deben recuperar su mejor nivel e intentar que el equipo esté en las mejores condiciones. Cuando las cosas van bien los cambios generan cosas positivas, pero hay otros momentos con más dudas o con resultados que no son buenos en los que igual es mejor buscar una estructura a la que hay que dar firmeza y seguridad y, a partir de ahí, hacer pequeñas modificaciones en base a una pauta clara».

Añade que «ha demostrado que es valiente, ha metido jugadores como Illarra, Iñigo, Cadamuro y Pardo. Era otro de los objetivos que buscamos y lo ha conseguido, pero por mucho que te guste un entrenador, los resultados son determinantes. Estamos a tiempo de corregir la situación, pero hay que empezar ya. El equipo tiene que revertir los resultados».

«Nos rompemos demasiado»

Loren entiende que «el equipo da la sensación de que se descompone con relativa facilidad. No es capaz de completar 90 minutos a un nivel parecido y cuando no tiene el dominio del juego se vuelve vulnerable. Nos rompemos demasiado, se producen errores fruto de la pérdida del control del partido. Incluso en encuentros muy buenos como el de Levante hay una fase en la que no tienes el dominio del juego y recibimos tres goles. No terminamos de hacer un partido completo».

Entiende que «la solución pasa por intentar arreglar esto, que cuando el equipo tiene el dominio del juego debe aprovecharlo y evitar que se rompa y cometa errores individuales. El equipo debe ser mucho más compacto en todas las situaciones y es importante recuperar el nivel máximo de cada jugador en los 90 minutos. Hay jugadores que no están con confianza, seguridad o en forma óptima y debemos recuperarlos».

Entre ellos está Mariga, del que Loren destaca que «no está a su mejor nivel como otros y ése es un problema nuestro, que los jugadores den su máximo. Tiene más nivel, estoy segurísimo. Su primera parte el domingo fue más parecida a lo que puede dar, con más intensidad, llegada y agresividad. En la segunda parte no estuvo bien y tuvo un bajonazo físico impresionante, pero todo el equipo estuvo mal y se focalizó en él porque es la diana fácil y puede estar identificado conmigo».

Asume que hay aficionados que le cuestionan y ante los cánticos en su contra escuchados el domingo en Anoeta responde que «tengo que asumir mi responsabilidad. El equipo está último y la segunda parte fue muy mala. En la primera la gente no se acordó de mí y no es fruto de la casualidad. En algunos entornos he sido la diana no sólo este año, también el del ascenso o el pasado y lo asumo. Tengo mucha confianza en esta plantilla, que debe dar mucho más, y en la línea que llevamos con el Consejo de apostar por la gente de casa sabiendo que tenemos un presupuesto y no podemos llegar a lo que nos gustaría. La idea es seguir en esta línea y no voy a cambiar».

Recuerda que «la Real ahora tiene más valor que cuando cogí la dirección deportiva con Jokin Aperribay. Estamos últimos, pero ni hemos descendido ni vamos a descender. Con el ascenso y la permanencia del año pasado este equipo tiene más activos y unos jugadores con mucho más valor que hace dos años».