Los mercados pasaron de largo sobre el triunfo electoral de Mariano Rajoy y se hundieron, una vez más, por la presión de la prima de riesgo, al alza desde el comienzo de la jornada, y los miedos a un empeoramiento generalizado de la economía, incluso en Alemania, tal como decía ayer el Bundesbank. Desde primera hora los inversores se decantaron por las ventas, sin prestar atención alguna al cambio de rumbo prometido por el partido ganador de las elecciones. En esta tesitura, la posibilidad de que el Estado francés pierda la triple A debido a su exposición a la crisis de deuda alarmó sobremanera a los inversores, que ven complicarse aún más sus aspiraciones de terminar el ejercicio con alguna leve recuperación. Y para empeorar las cosas, en Wall Street las caídas eran igualmente contundentes ante la posibilidad de que el déficit siga lastrando a su economía durante largo tiempo. El feo panorama que se dibuja hizo perder al Ibex los 8.200 puntos, un nivel considerado clave por los analistas, que ahora tratan de encontrar el suelo para un nuevo tramo bajista. El Ibex perdió un 3,48%, hasta los 8.021 puntos. Los recortes de Londres (-2,62%), Fráncfort (-3,35%) y París (-3,41%) también fueron drásticos. ArcelorMittal (-7,23%), Sacyr (-6,97%) y Gamesa (-5,80%) encabezaron los desplomes, mientras que todos los grandes cedieron más de un 3%. Iberdrola, el peor, cayó un 4,33%. En París, con todos los valores en rojo, ArcelorMittal (-7,15%), ST Microelectronics (-6,50%) y Schneider (-5,89%) registraron las mayores caídas. Hasta 29 firmas restaron más de un 3% a sus cotizaciones.