El islamismo marca las elecciones parlamentarias en Marruecos
GARA | RABAT
Las elecciones del viernes en Marruecos se mueven entre el llamamiento al boicot del movimiento opositor 20 de Febrero y las esperanzas de los islamistas legalizados del PJD de ser los más votado.
En ese caso, para lo que deberían superar a la coalición del régimen (G8) y a las formaciones históricas socialista e Istiqlal, el rey Mohamed estaría obligado según la nueva Constitución -aprobada en referéndum en julio- a nombrar primer ministro a un islamista.
El PJD cuenta con el empuje del islamismo político en la región. El problema es que el islamismo mayoritario marroquí, Justicia y Espiritualidad, pide el boicot junto a la izquierda y los movimientos juveniles, que sacaron a miles de personas a las calles del país el pasado domingo.