La exportavoz del PP en el Congreso Soraya Saénz de Santamaría será la encargada de coordinar el traspaso de poderes para que Mariano Rajoy pueda formar su gobierno antes del 24 de diciembre. Así lo anunció el presidente del PP ante el Comité Ejecutivo Nacional, convocado 24 horas después de obtener la mayoría absoluta en las elecciones.

La intención del PP es acelerar el traspaso de poderes, por lo que pedirá a los partidos políticos que los grupos parlamentarios se constituyan en su solo día frente a los cinco que les otorga el reglamento.

Rajoy también convocó para los días 17, 18 y 19 de febrero del año que viene su congreso ordinario. El Comité contó con la presencia del expresidente José María Aznar, que ha pidió a todos que apoyen a Rajoy en estos momentos tan difíciles para la economía, como hicieron con él en 1996. El presidente de la Fundación FAES no acudía a este órgano desde 2004, y dijo que lo hacía «porque se trata de un día histórico». En su intervención, Rajoy reconoció que la situación económica «aún puede agravarse» y planteó la opción de que en la UE se orqueste un mecanismo para acabar con la crisis de la deuda soberana, de forma que se premie a los países cumplidores y se presione a los que escapan a los objetivos presupuestarios.

Pero ni con mayoría absoluta ofrece el PP confianza a los acreedores de la deuda española. De hecho, ignoraron una victoria con la que ya contaban. La bolsa de Madrid cayó un 3,48% y los intereses de la deuda a diez años aumentaron al 6,406%. El diferencial con la deuda alemana se elevó hasta los 470 puntos, 23 más que el pasado viernes.

China, que posee de el 12% de la deuda pública española, dijo esperar que el giro a la derecha «otorgue confianza a los mercados para que la Unión Europea aplique las medidas adoptadas en la cumbre de la UE y el G20».

La agencia Standard&Poors mantuvo la calificación «AA-» con perspectiva negativa, porque aunque «la mayoría clara» obtenida por el PP «podría facilitar una aplicación concentrada al principio de legislatura de medidas de reformas», la economía y la hacienda pública española permanecen sometidas a presiones como la elevada tasa de paro.