El destino de cada uno se va cimentando en sus elecciones. Las de Ainhoa Tirapu le han llevado hasta la portería del Athletic, aunque la jugadora navarra ejerce de tal y limita las elecciones a algunos ámbitos.

No se plantea, por ejemplo, tener que elegir entre el fútbol y su profesión, pese a que sus 27 años y la licenciatura en Químicas a la que ahora está intentando añadir un máster podrían invitarle, cuando menos, a pensárselo, teniendo en cuenta que las mujeres siguen sin poder ganarse la vida con el fútbol.

«Es que soy bastante cabezona, muy de la tierra -sonríe-. Siempre, desde la ikastola, me han dicho que tenía que elegir. Y más conforme avanzaba en los estudios y en el fútbol. Pero yo dije que por mis narices podía jugar y estudiar y aquí estoy. No tengo por qué elegir». O sí. Porque su elección es precisamente compaginar ambas actividades. Con la multiplicación de esfuerzos, pero también con sus beneficios. «El deporte me ha aportado mucho en la vida diaria. Te enseña a competir, a luchar, a no darte por vencida. Eso sirve en los estudios y en la vida». La cultura del esfuerzo.

Antes, Ainhoa sí había tenido que elegir. Con cierta ayuda. Tras probar casi cualquier deporte que se le pusiera por delante, atletismo y fútbol sala fueron imponiéndose. «Llegó un momento en que me coincidían las competiciones de todo y dejé el atletismo. Bueno, también me dijeron «mejor que no sigas», y entonces ya no hubo dudas». Tocaba después elegir puesto y en ese caso hizo caso de los consejos. «Empecé como jugadora de campo, pero vieron que la portería se me daba mejor. Probé... y aquí estoy».

Con «aquí» se refiere al Athletic. Tras seguir el camino habitual en Barañain, fútbol sala primero y Lagunak, con el que consiguió el ascenso a Superliga, después, fichó por el Puebla. Aunque sólo disputó la Copa porque recibió una llamada de Lezama. Y la elección, esta vez sí, fue clara. «No tuve dudas». Tampoco las han tenido sus entrenadores que, exceptuando un par de temporadas en las que alternó titularidades con Uguzne y Andere, le han colocado habitualmente bajo palos.

Candidatas

Así ha completado seis temporadas -ésta es la séptima-, en las que ha ganado un título de Superliga y se ha convencido de que su decisión fue la correcta. «El deportista siempre quiere ganar, avanzar, mejorar. No se puede ganar siempre, pero sí ser competitivo y en ese sentido el Athletic es un gran equipo. Tenemos todas las posibilidades y casi siempre estamos luchando por lo máximo hasta el final».

Y desde el principio. Como en la presente Liga, en la que las rojiblancas son las únicas capaces de mantener el ritmo de un impresionante Barcelona. El título, de hecho, empieza a parecer cosa de dos, aunque la guardameta cree que todavía queda «mucho calendario» por delante como para ser tan taxativo. «Es verdad que ha habido resultados inesperados y que nadie esperaba que el Rayo se dejara tantos puntos -ahora mismo diez menos que el Athletic- o incluso el Atlético de Madrid, que todo el mundo incluía entre los favoritos. Pero tampoco están tan lejos, no creo que se pueda decir nada hasta mucho más adelante».

Lo que sí tiene claro, viendo sus prestaciones, es que el Athletic seguirá ahí. «Viendo al Barcelona, que bate récords cada fin de semana, parece menos, pero probablemente estamos haciendo uno de nuestros mejores inicios de Liga, si no el mejor. Y de hecho, estamos a sólo dos puntos. Llevamos una trayectoria muy buena, ganando a rivales importantes, incluso con goleadas... Estamos ahí».

El próximo fin de semana, de hecho, pueden tener la posibilidad de intercambiar posiciones con el líder, al que visitan en la 14ª jornada. Antes, este domingo, afrontan otro duelo complicado. Y especial para Ainhoa, que visita a «su» Lagunak. «Siempre nos ha costado ganar en Barañain. Hay una rivalidad, un pique sano, que hace que los dos equipos compitamos al máximo nivel. Será un partido muy difícil», asume, aunque su elección está clara: «confío plenamente en el equipo».

La semana

Goleadoras. Mary Paz recupera el liderato en la tabla de realizadoras, al firmar dos tantos en la goleada del Espanyol al Rayo. La gallega alcanza las quince dianas, mientras Soni Bermúdez (Barcelona) se queda en los 15. Natalia (Rayo), que tampoco vio puerta, completa el podio con 11 goles. Entre las nuestras, Nekane Díez (Athletic) es la mejor con 8 tantos.

Vendetta. El Espanyol se tomó su particular venganza sobre el Rayo, al que se impuso con contundencia (4-0). El vigente campeón queda así considerablemente descolgado del grupo de cabeza, pese a ocupar la quinta plaza: el Barcelona, que sigue sumando sus encuentros por victorias, le aventaja en 12 puntos, el Athletic en 10, y Espanyol y Sporting de Huelva en 5. Por abajo, el Valencia encadenó su segunda victoria y abandona el farolillo rojo, aunque sigue en descenso.

Empate. También se reanudó la Liga en Segunda con la disputa de la 8ª jornada, que deja un empate en cabeza. Precisamente fue un empate lo que logró el Oiartzun en su visita al San Juan (0-0). Como el Athletic B se impuso al Revellín (2-1), ambos empatan en cabeza de la tabla con 20 puntos, aunque el liderato corresponde a las guipuzcoanas por golaverage.

Tropiezo. El Potsdam encajó su primera derrota de la temporada, lo que pone al rojo vivo la pelea por la Bundesliga. Y es que su verdugo fue precisamente el Duisburgo que, gracias a su victoria (2-3) se coloca a sólo dos puntos del líder.

Peligro. La WPS está en peligro de desaparición. Pese a ser una de las mejores ligas del mundo, la Women's Professional Soccer puede tener sus días contados tras la desaparición del equipo Magic Jack, lo que le deja con cinco participantes. Y es que el reglamento de la Federación estadounidense obliga a las ligas profesionales a contar con un mínimo de ocho participantes. La WPS no había alcanzado esa cifra en sus tres años de historia, pero la junta directiva de la Federación, que ahora le ha dado un plazo de 15 días para solucionarlo, había permitido su disputa.