Agentes sociales, partidos políticos y sindicatos se han sumado a la gran marcha convocada por Egin Dezagun Bidea y que el próximo 7 de enero exigirá la repatriación de las y los presos políticos vascos en las calles de Bilbo.

No obstante, el respaldo de la izquierda abertzale, Aralar, Alternatiba, LAB, STEE-EILAS, Hiru, Gazte Abertzaleak, ESAIT, Bai Euskal Herriari, Euskal Herriak Bere Eskola o Bilgune Feminista, entre otros muchos, pasa de las palabras a los hechos porque participarán activamente en las iniciativas que Egin Dezagun Bidea llevará a cabo de aquí hasta el día 7 del mes que viene.

Se trata, tal y como anunciaron ayer en Donostia Beñat Zarrabeitia y Nagore García, de un ayuno rotatorio que se prolongará desde el día 12 hasta el 18. Con el Campus de Ibaeta donostiarra como punto de encuentro para la reivindicación, el primer día mantendrán un ayuno de veinticuatro horas los sindicatos; el día 13 será el turno de los agentes juveniles; el 14, participarán los alumnos y profesores, el día 15 ayunarán mujeres del movimiento feminista; el 16 serán las instituciones y partidos políticos; mientras que el 17 de diciembre lo harán los movimientos sociales y populares. Los relevos culminarán con una concentración que tendrá lugar el día 18 a las 12.00 en el Boulevard donostiarra, cita a la que llamaron a participar.

Asimismo, durante los días en los que se lleve a cabo el ayuno habrá iniciativas de distinta índole, tanto en el campus como en empresas, instituciones o escuelas, si bien no ofrecieron más detalles al respecto. Será en los próximos días cuando den cuenta de la programación completa.

A preguntas de si se acercarán representantes de la Diputación de Gipuzkoa o el Consistorio donostiarra, Zarrabeitia no dio pistas al respecto, y agregó que para averiguarlo, lo mejor será acercarse hasta Ibaeta.

Tomar como ejemplo

Zarrabeitia y García, arropados por representantes de los agentes adheridos, aprovecharon la comparecencia para solicitar, una vez más, el respeto de los derechos de los presos vascos, así como la puesta en libertad de los que están gravemente enfermos y la suspensión de la dotrina 197/2006. Recordaron, al mismo tiempo, que la dispersión sigue provocando accidentes e incertidumbre en las familias cada fin de semana.

Admitieron que, a pesar de que la situación de los presos está en la agenda política, se siguen vulnerando sus derechos y señalaron que «apenas» haya habido modificaciones en la actual política penitenciaria de los Estados español y francés, donde en la actualidad hay más de 700 presos.

Entre otras cosas, sugirieron reparar en las soluciones aplicadas en otros conflictos políticos, como el de Irlanda o Sudáfrica, «pudiendo ser oportunas también para Euskal Herria».