Gescrap Bizkaia Bilbao Basket sigue vivo en la Euroliga. Sigue vivo, y gracias, porque aseguró la victoria ante un Nancy que dio muy buen nivel a pesar de la ausencia de Batum hasta que el físico le dijo basta. Por otro lado, el resultado es engañoso a más no poder, ya que el marcador no se terminó de romper hasta que, en el último cuarto, Badiane y D'Or Fischer se ganaron una controvertida expulsión después de un amago de tangana. Pero si bien está lo que bien acaba y el renglón torcido está escrito en un texto derecho, pues ni tan mal, ya que se logró la victoria y se recuperó el basket average. Eso sí, el sueño estuvo muy cerca de convertirse en pesadilla.

Como viene sucediendo últimamente con los hombres de negro, éstos hicieron gala de una desesperante irregularidad. Después de arrancar con brío, aprovechándose de la ventaja que lograba Mumbrú al poste bajo, Bilbao Basket se adelantó 17-9, pero se bloqueó en seguida, recibiendo un parcial de 5-16. Moerman martilleaba el aro bilbaino con sus triples y el cuadro local añadía leña a su hoguera a base de pérdidas de balón -11 al descanso-. El objetivo de ganar por 15 puntos pasaba a ser casi imposible, ya que costaba mantener un punto de renta.

Y un punto de ventaja fue lo que obtuvo Bilbao Basket al descanso, 40-39, gracias al buen hacer de Mavroeidis, los buenos minutos de Raül López y varios encestes de Mumbrú y Blums. Las sensaciones eran pésimas ante un Nancy que jugaba liberado, sin presión alguna.

Triples y tiros libres

Costó varios minutos, pero Bilbao Basket logró abrir la renta a partir del tercer cuarto. Por un lado, los árbitros le echaron una mano al conjunto vizcaino cargando de faltas la mermada rotación gala, haciendo así que los de Katsikaris lanzaran una buena cantidad de tiros libres. Asimismo, los triples empezaron a entrar con cierta facilidad, de modo que la brecha se fue haciendo mayor, rondando la decena de ventaja.

Y en éstas llegó la tangana entre Badiane y Fischer, dirimido por los árbitros con expulsión de ambos. A partir de ahí, se encendieron Miribilla y el cuadro local, y se agotó el Nancy. Sólo así se abrió la ventaja hasta el punto de voltear al average, enderezando un renglón excesivamente torcido.