Irán anunció ayer el derribo de un «drone» (avión estadounidense de reconocimiento no tripulado) en la zona oriental del país, informó la agencia local Fars. Según la agencia, el aparato era del modelo RQ170, había violado el espacio aéreo iraní y, tras su derribo, quedó en manos de las Fuerzas Armadas de Irán, que no es la primera vez que hacen este tipo de anuncios. En julio ya se informó de derribo de un avión espía en la ciudad sagrada de Qon, cerca del central nuclear de Fordu.

En esta ocasión, sin embargo, la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) afirmó ayer que el avión que las autoridades persas dicen haber derribado podría ser un «drone» estadounidense desaparecido durante una misión en el oeste de Afganistán este fin de semana y cuyo paradero tratan de establecer.

Asalto «ilegal»

Este hecho se produce unos días después del asalto a la Embajada británica en Teherán por parte de un grupo de estudiantes y cuando las autoridades iraníes parecen querer distanciarse de ese ataque, que provocó una nueva crisis diplomática con los gobiernos europeos. Ayer el ayatolah Ahmad Jatami, cercano al líder supremo iraní, Ali Jamenei, calificó lo sucedido de «ilegal» y «contrario a los intereses del país. Sin embargo, la oposición mantiene que fue él quien «ordenó y supervisó» el ataque por una multitud entre la que, afirma, se encontraban miembros de la Guardia Revolucionaria y agentes «al servicio del régimen» bajo la apariencia de estudiantes.

Ayer, la Policía confirmó el arresto y puesta a disposición judicial de doce personas presuntamente implicadas en el asalto.

«Tener un espíritu revolucionario no significa que las embajadas que se encuentran sobre el suelo de la República Islámica tengan que sentirse inseguras, esto no interesa al país. Lo digo muy claramente soy contrario al ataque de las embajadas extranjeras y hacia su ocupación», manifestó Jatami.

El sábado, otro influyente clérigo, el gran ayatolah Nasser Makarem Shirazi, criticó por primera vez el saqueo de la Embajada, que respondió al anuncio de Londres de sanciones contra la República Islámica, al considerar que no había sido aprobado por el Guía y sería muy costoso para Irán. Señaló que los jóvenes revolucionarios «no deben ir más allá de la ley».

Según un comunicado del Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNR), el asalto iba a culminar en la ocupación indefinida de la Embajada, para disuadir al Gobierno británico tras la adopción de nuevas sanciones, pero Jamenei ordenó supenderlo tras la rápida reacción de algunos países, que llamaron a sus respectivos embajadores.