La coalición de centro-izquierda Kukuriku (Quiquiriquí, en croata) habría ganado las elecciones legislativas celebradas ayer en Croacia al obtener el 44,5% de los votos, de acuerdo con un sondeo emitido por la televisión pública HTV al cierre de las urnas, mientras que la gobernante y conservadora Unión Democrática Croata (HDZ), de la primera ministra saliente Jadranka Kosor, habría sido castigada en las urnas por una serie de escándalos de corrupción y por el incremento del desempleo hasta el 17% y sólo habría logrado el 22,10% de los sufragios, con lo que perdería el poder.

De confirmarse estos resultados, Kukuriku habría logrado la mayoría absoluta en el Parlamento, ya que obtendría 83 de los 151 escaños de la Cámara, frente a los 40 que habría logrado la HDZ, lo que supone una derrota histórica para el partido dominante de la política croata desde la independencia de Croacia, en 1991, ya que ha gobernado el país diecisiete de los últimos veinte años (salvo en el periodo 2000-2003).

Un segundo sondeo a pie de urna publicado por la televisión pública augura exactamente el mismo resultado.

Les siguen los Laboristas Croatas y el regionalista HDSSB, con seis escaños cada uno, mientras que otros tres partidos y listas independientes podrían entrar en la Cámara con entre uno y dos legisladores cada uno.

La coalición de centro-izquierda, liderada por Zoran Milanovic, del Partido Socialdemócrata de Crocia, toma su nombre del restaurante en el que los líderes de los partidos miembros acordaron unir fuerzas contra Kosor. En su programa, Kukuriku plantea una combinación de medidas de austeridad con acciones adicionales destinadas a explotar el principal activo del país: el turismo. Croacia es uno de los destinos más visitados de todo el Adriático, y recibe a unos 4,3 millones de turistas anuales.

El propio Milanovic ha advertido de que los croatas deberán trabajar «más, más duro y durante más tiempo» para invertir la tendencia económica y culminar la adhesión a la UE, prevista para julio de 2013 y cuyo Tratado se firmará el viernes.

«Esperábamos ganar», había dicho durante la jornada Milanovic, el casi con toda seguridad próximo primer ministro croata. «Espero que la gente confíe en nosotros. Estas elecciones son una cuestión de confianza», agregó.