El nuevo centro de gesti�n de residuos que acaba de empezar a ser construido en la zona de Batz en Baiona sigue dando de qu� hablar. Si en un principio se trataba de las posibles molestias y del respeto al medio ambiente, ahora la cuesti�n es la elecci�n de la empresa constructora. El sindicato Bil ta Garbi, que gestiona los residuos de la mayor parte de Ipar Euskal Herria, seleccion� a la empresa Urbaser -del grupo de capital espa�ol ACS- como constructora y gestora del proyecto Canopia, que debe abrir sus puertas en 2013.

Esta empresa se ha visto ligada ahora a un caso de corrupci�n en el departamento Bouches-du Rh�ne, en la zona del Mediterr�neo. Al parecer, Urbaser estar�a envuelta en el caso que est� poniendo en entredicho al presidente socialista de ese departamento, Jean-No�l Gu�rini. Seg�n la revista �Le Canard Enchain�, Gu�rini est� siendo investigado por �toma ilegal de intereses, tr�fico de influencias y asociaci�n de malhechores�.

Seg�n informa �Tribune de Gen�ve�, es el ex director de la sociedad encargada de las inversiones del Consejo General de Bouches-du-Rh�ne, Jean-Marc Nabitz, el que ha ligado a la empresa espa�ola en el caso. Seg�n Nabitz, Gu�rini le habr�a informado de que hab�a que dar preferencia a Urbaser para la construcci�n de la incineradora de Fos-Sur-Mer, en lugar de a Lyonnaise des Eaux, del grupo franc�s Suez. Nabitz tambi�n afirma que Jean-Claude Gaudin, ex presidente de la Mancomunidad de Marsella, habr�a aceptado fondos de Urbaser.

Por su parte, el presidente de Bil ta Garbi, Alain Iriart, no quiso hacer declaraciones al respecto: �S�lo me expreso sobre lo que ocurre en el seno de mi trabajo y sobre lo que tengo una competencia real�, coment�.

Retrasos y aumentos de costo

Adem�s, en el territorio de Dr�me (cerca de Lyon), el sindicato de gesti�n de residuos Sytrad ha llevado a Urbaser ante los tribunales. Esta denuncia est� ligada a la construcci�n de tres unidades de tratamiento de metanizaci�n biomec�nica, como la que ha de construirse en el centro Canopia.

Seg�n Sytrad, la construcci�n de los centros de tratamiento se est�n retrasando demasiado y el costo es muy superior al previsto. Por el contrario, los resultados est�n, al parecer, muy por debajo de lo convenido.