Buena parte de la afición txuriurdin comparte la percepción de que Zubieta produce más y mejores jugadores en el puesto de centrocampista defensivo que en otras demarcaciones. Aunque es difícil demostrar tamaña teoría, lo cierto es que la acumulación de ese tipo de futbolistas en los últimos tiempos ha generado interesantes debates en el entorno del equipo.

¿Qué se debe hacer cuando un veterano está dando buen rendimiento en el campo pero su participación está cortando el desarrollo a un jugador joven con más proyección? ¿Hasta cuándo se debe esperar en el caso de que una joven promesa no acabe de explotar en el primer equipo? ¿Es preferible que un jugador joven juegue con asiduidad en el filial o se incorpore al primer equipo para que vaya cogiendo minutos y experiencia en el máximo nivel?

Como es obvio, son preguntas que en cada caso concreto se intentan responder de manera específica, sin que las decisiones en uno u otro sentido garanticen nunca el éxito. La Real, por ejemplo, decidió no renovar a Diego Rivas -titular indiscutible para Juanma Lillo y Martín Lasarte en las temporadas anteriores-, confiando en la capacidad de Aranburu, Markel y Elustondo, subiendo a Illarramendi al primer equipo, fichando a Mariga y viendo que Rubén Pardo sería el siguiente en dar el paso.

De problema a virtud

Una nueva acumulación de jugadores de corte similar que las apreturas clasificatorias y los diversos problemas físicos se han encargado de convertir en virtud. Markel, Elustondo e Illarramendi, una de las grandes sensaciones de la temporada, han sufrido lesiones de considerable gravedad, por lo que las rotaciones en ese puesto de «cuatro» han sido obligadas en el once de Philippe Montanier.

Por ejemplo, casualidad o no, las dos últimas victorias de la Real ante Betis y Málaga, balsámicas para un equipo que ya comenzaba a preparar la destitución de su entrenador, han coincidido con la vuelta de Gorka Elustondo al once inicial. El centrocampista de Beasain, que gozó de la confianza de Montanier en la pretemporada, no se había estrenado esta temporada en partido oficial por culpa de sus problemas en la rodilla.

El dorsal número 4 de la plantilla txuriurdin jugó sus primeros minutos en el Benito Villamarín, saliendo como titular y siendo uno de los destacados del equipo hasta que Montanier tomó la controvertida decisión de sustituirlo por Demidov. Elustondo volvió a jugar desde el inicio el pasado domingo ante el Málaga y su buena actuación ha sido objeto de muchos elogios durante la semana.

«Mente despejada»

«No era fácil volver en esta situación, de malos resultados y después de una mala racha. Pero he estado todo este tiempo trabajando aparte, quizás con la mente más despejada, y he vuelto con muchísimas ganas e ilusión. Por suerte el equipo también ha ayudado mucho, y las cosas han salido bien», reconocía el propio Gorka ayer en declaraciones recogidas por la página web de la Real.

«El vestuario siempre ha estado muy unido, somos una piña, y en estos momentos es cuando se demuestra más. Teníamos muchas ganas de hacerlo bien, de conseguir triunfos, y yo creo que en cada gol que logramos se ve en el campo lo unidos que estamos», recordaba, a pesar de la fuerte competencia que existe en su puesto natural.

De hecho, la vuelta de Elustondo al once se debe en gran medida a las lesiones de Asier Illarramendi y Markel Bergara, a lo que se añade el flojo rendimiento que ha ofrecido Macdonald Mariga en sus últimas apariciones. Pero no hay mal que por bien no venga. Montanier ha repetido once ante Betis y Málaga y se han conseguido dos triunfos consecutivos, lo que abre un nuevo debate para el siguiente partido: ¿Merecen volver al once dos teóricos titulares como Demidov y Xabi Prieto?

El capitán, recuperado de su rotura de fibras, pasó ayer por la sala de prensa y admitió que no será fácil jugar desde el inicio visto el rendimiento del equipo en los dos encuentros que se ha perdido: «Es complicado porque llevamos dos triunfos consecutivos, además con momentos muy buenos, y será complicado volver al once».

No obstante, el donostiarra no se mostró nada preocupado por su situación personal y se congratuló por el hecho de que sus compañeros hayan logrado salir de un momento tan delicado: «Lo importante no es si juego yo o no, lo importante es que el equipo consiga buenos resultados y en los dos últimos partidos se ha conseguido. No hay que relajarse, hay que continuar igual y trabajando como hasta ahora para tirar para arriba».