La organización Greenpeace denunció, mediante un comunicado, que «el pueblo de Fukushima está abandonado a su suerte» después de que un experto encontrase radiación más allá de la zona evacuada.

Greenpeace aseguró haber hallado radiación a 60 kilómetros de la central nuclear, una zona que todavía no ha sido evacuada. Ike Teuling, especialista en radiación del grupo ecologista, aseguró que el «Gobierno japonés, debe evacuar, por lo menos, a las mujeres embarazadas y a los niños».

«En algunos lugares, el nivel de radiación es tan alto que los habitantes pueden estar expuestos a una dosis diez veces mayores a la dosis anual permitida», añadió el movimiento ecologista.

Además, el operador de la central de Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO), confirmó ayer que el domingo pasado se produjo una fuga al océano Pacífico de 150 litros de agua contaminada con estrancio radiactivo desde la central. Aunque aseguró que su impacto ambiental es «insignificante». Esta no es la primera fuga contaminante.

La radiación también ha llegado a una empresa alimentaria japonesa llamada Meiji. La empresa encontró el martes cesio radiactivo en leche de polvo infantil que ella misma fabrica.

Los temores sobre la seguridad alimentaria han sido recurrentes en el país tras la catástrofe, pues ya se han dado casos.