Las protestas extienden por Rusia la denuncia por fraude electoral
Las manifestaciones que denuncian que las elecciones parlamentarias en Rusia supusieron un fraude a favor del partido Rusia Unida continuaron ayer en varias ciudades rusas, a la vez que las detenciones de decenas de manifestantes. Para este sábado se ha convocado una gran protesta que reclama la anulación de las elecciones, una demanda con la que coincide el ex presidente soviético, Mijail Gorbachov.
GARA | MOSCÚ
Rusia vivió ayer la tercera jornada de protestas populares contra el fraude electoral, concentraciones que comenzaron en Moscú y se propagaron a otras ciudades como San Petersburgo, Samara o Saratov e incluso en el enclave báltico de Kaliningrado, fronterizo con Polonia.
Decenas de ellos fueron detenidos tras gritar diversas consignas antigubernamentales, algunos en las calles y otros en el metro y los pasos subterráneos.
Más de un millar de opositores han sido arrestados ya desde la jornada electoral del domingo en protesta contra la victoria fraudulenta del partido Rusia Unida del primer ministro ruso Vladimir Putin. El lema «Rusia sin Putin», se ha convertido en el lema común. Por medio de la red social Facebook ha sido convocada una manifestación en la céntrica plaza de la Revolución, junto al Kremlin, a la que más de diez mil personas ya han confirmado que acudirán.
Según el líder comunista Guennadi Ziuganov, a Rusia Unida le dieron hasta un 15% más de votos de los que obtuvo en las elecciones parlamentarias del domingo. Numerosas ONG y blogueros han denunciado miles de irregularidades cometidas durante los comicios parlamentarios del domingo.
Incluso Mijail Fedotov, asesor sobre derechos humanos del presidente ruso, Dimitri Medvedev, reconoció que las protestas de los últimos días han generado una situación inquietante y, aunque admitió que las peticiones de los manifestantes de que se revisen las irregularidades son legítimas, reclamó que se respete la ley. Asimismo, criticó la actuación policial. Esta ola inédita de protestas no ha impedido a Vladimir Putin presentar oficialmente su candidatura a la elección presidencial en marzo de 2012 ante la Comisión Electoral Central. Al mismo tiempo, 3.000 manifestantes se concentraron en el centro de Moscú en apoyo a Rusia Unida.
Gorbachov pide la anulación
Los opositores se vieron respaldados por el ex presidente de la URSS Mijail Gorbachov, que pidió a las autoridades rusas que anulen los resultados de las elecciones. «Los dirigentes del país deben admitir que tuvieron lugar numerosas falsificaciones y fraudes, y que los resultados no reflejan la voluntad de los electores», dijo Gorbachov a la agencia Interfax. «Considero que las autoridades deben adoptar una sola decisión: anular los resultados de las elecciones y celebrar nuevas», añadió.
Gorbachov indicó que «cada día que pasa son más los rusos que consideran que los resultados electorales no son limpios. A mi modo de ver, hacer caso omiso a la opinión pública mina el prestigio de la autoridad y desestabiliza la situación».
Expresó su convencimiento de que el presidente ruso, Dmitri Medvedev, y su primer ministro, Vladimir Putin, deben convocar nuevas elecciones y que «todo siga dentro del cauce democrático». Las acusaciones de fraude han alimentado la tensión en las relaciones entre Rusia y los países occidentales, ya complicadas en asuntos como Irán, Siria o el escudo antimisiles de la OTAN. El ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, denunció las apreciaciones «subjetivas, discutibles y politizadas»de algunas misiones de observadores electorales. La misión de la OSCE confirmó el lunes «frecuentes irregularidades» e incluso «llenado de urnas». La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, opinó el martes que las elecciones no habían sido «libres ni equitativas», observaciones que la diplomacia rusa juzgó «inaceptables». Ayer, la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, insistió en el mismo mensaje y subrayó «la necesidad de respetar la libertad de reunión y expresión».
Ayer se detuvo a varias personas en Moscú y San Petersburgo y ya son más de mil los detenidos en las manifestaciones que denuncian las irregularidades durante los comicios.
Los dos principales partidos opositores de Rusia, los comunistas y los socialdemócratas, rechazan la propuesta de renunciar a sus escaños en señal de protesta por el fraude oficialista en las recientes elecciones parlamentarias.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, pidió ayer a la OTAN garantías escritas de que el despliegue de su escudo antimisiles en Europa no constituye una amenaza contra Rusia. «Nuestros amigos de la OTAN rechazan poner por escrito lo que dicen oralmente», criticó durante una reunión con sus homólogos de la Alianza en Bruselas. El jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, general Nikolai Makarov, afirmó que «algunos de los elementos de la defensa antimisiles que se crean en Polonia incluso ahora comienzan ya a influir en nuestro potencial estratégico nuclear». El jefe militar indicó que los socios europeos no proponen medidas claras en materia de defensa antimisiles, cuando Rusia está dispuesta a cooperar y compartir tecnologías. «¿Por qué no vienen a nuestro encuentro? Porque hay alguien que así lo necesita y le conviene», dijo Makarov en una velada alusión a EEUU.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aconsejó a Moscú que no malgaste dinero en medidas contra «un enemigo artificial que no existe». GARA