El ex presidente israelí Moshe Katsav comenzó ayer a cumplir la pena de siete años de prisión a la que estaba condenado por violación, manifestando en su inocencia. «Llegará el día en que la verdad saldrá a la luz», declaró Katsav mientras se abría paso entre la multitud de periodistas y amigos que esperaba en la puerta de su casa antes de ser conducido a prisión. «La conciencia de aquellos que han cometido esta injusticia despertará y veréis que habéis enterrado en vida a un hombre», añadió. «Hoy terminan en frustración y rabia cinco años de lucha constante. Sé, y todos los que me conocen saben, que las acusaciones son falsas», aseguró Katsav antes de entrar en la prisión de Maasiyahu, donde se espera que comparta celda con un ex ministro de Sanidad encarcelado por aceptar sobornos.

Es la primera vez que un ex jefe de Estado israelí es encarcelado. Katsav, de 66 años, fue presidente de 2000 a 2007. El año pasado fue condenado por violar dos veces a una ayudante cuando era ministro, a finales de los años 90, y por agredir sexualmente a otras dos mujeres que trabajaban para él cuando era presidente. En marzo fue condenado a siete años de prisión y su recurso fue rechazado por el Tribunal Supremo.

Varios diputados del Parlamento israelí pidieron que se le despoje de los privilegios obtenidos en el ejercicio de sus funciones públicas, aunque los medios apuntan a que, de momento, continuará recibiendo su pensión como presidente retirado.