GARA |

La presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, homenajeó ayer al recibir el Nobel de la Paz 2011 a todas las mujeres del mundo, «en especial a las que han visto qué desastres produce la violencia despiadada». Junto a las activistas liberiana y yemení Leymah Gbowee y Tawakkol Karman, realizó un llamamiento a la igualdad, la paz y la justicia en el mundo en sus discursos de recepción del premio Nobel con las que fueron galardonadas por su «lucha pacífica por los derechos de la Mujer». Las dos premiadas liberianas recordaron a todas las mujeres que han obtenido antes el Nobel de la Paz, con especial atención a la keniana Wangari Maathai, la primera africana que lo obtuvo -en 2004- y que falleció este año.

Gbowee, quien ha liderado una campaña por el fin de la guerra civil en Liberia afirmó que «me honra haber sido elegida en nombre de las mujeres que siguen luchando por la paz, la igualdad y la justicia en todo el mundo»

Por su parte, Karman criticó no poder ser candidata a la presidencia de su país y arremetió contra la comunidad internacional por no apoyar la revolución en Yemen, y añadió que los dirigentes árabes que han actuado contra su propio pueblo no deben recibir inmunidad.