CRÓNICA | MAnifestación en Baiona
Miles de personas reclaman a los estados pasos firmes hacia la resolución
La reivindicación de una resolución democrática del conflicto en Euskal Herria llegó ayer a las calles de Baiona. Cerca de cuatro mil personas, ; entre ellas muchos dirigentes políticos, recorrieron el centro de la capital labortana.
Ainize BUTRON
Miles de personas se dieron cita la tarde de ayer en Euskaldunen Plaza, en Baiona, para participar en la manifestación a favor de la resolución democrática del conflicto que padece Euskal Herria. La presencia de Josu Esparza y Aurore Martin -perseguidos por la Policía y los tribunales españoles- marcó los primeros minutos de la marcha. Los fuertes aplausos y la emoción de mucha gente se sumó a los abrazos de familiares y conocidos que acompañaron su aparición pública. Y a lo largo de toda la manifestación, los participantes no cesaron de darles ánimos.
Una plaza abarrotada ofrecía una imagen poco habitual en este tipo de acontecimientos, ya que la representación política fue más importante y plural de lo habitual.
La presencia abertzale fue la más nutrida. Allí estaban, entre otros, el consejero general Alain Iriart, el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, los diputados electos de Amaiur Maite Aristegi y Xabier Mikel Errekondo, los representantes de la izquierda abertzale Xabi Larralde, Txelui Moreno y Tasio Erkizia, los miembros de Abertzaleen Batasuna Jakes Bortahiru y Mertxe Colina, o el alcalde de Izura, Daniel Olzomendi.
La segunda formación más representada fue el Partido Socialista. Días antes de la manifestación, el PS local avanzó que los consejeros generales Kotte Ecenarro y Marie-Christine Aragon representarían oficialmente al partido. Pero a ellos se sumaron otros dirigentes como los consejeros generales Frantxua Maitia y Christophe Martin, la senadora Frédérique Espagnac y el secretario departamental del PS, Pierre Chéret.
Alice Leizagezaharre, consejera regional por Europe Ecologie-Les Verts, y Daniel Hegoburu, responsable local de esta formación; el miembro del centrista Modem Jean René Etxegaray; la presidenta del Biltzar de los alcaldes y alcalde de Senpere, Christine Bessonart; y Claude Larrieu, miembro del partido de izquierdas NPA tomaron parte en la manifestación.
Los agentes sociales también estuvieron ampliamente representados, con organizaciones como Cimade, los sindicatos CFDT, CGT, Solidaire y LAB, el CADE, la Liga de los Derechos Humanos, Anai Artea o Etxerat.
Todos ellos caminaron tras una única pancarta bilingüe con la reivindicación: «Euskal Herria: aterabide demokratikoa orain! Pays Basque: solution démocratique maintenant!», que se completaba con el dibujo de una mano ofreciendo una llave.
Los partidos políticos y movimientos sociales organizadores encabezaron la manifestación; tras ellos, los alcaldes, consejeros, portavoces de organizaciones sindicales y de movimientos sociales.
El desfile partió a las cuatro y media de la tarde de Euskaldunen Plaza hacía la rotonda de Saint Léon. Y recorrió la avenida Paulmy hasta llegar al ayuntamiento, donde se escucharon gritos a favor del acercamiento de los presos entre los cantos y sonidos de tiovivos instalados en el mercado navideño.
«Euskal presoak etxera!», «Presoak kalera, amnistia osoa!» e «Independentzia», fueron algunos de los lemas más repetidos a lo largo de la manifestación, a los que se sumaron «Alde hemendik, utzi pakean!» cuando los manifestantes toparon con los CRS que cortaban los accesos a la avenida Paulmy.
Obligar a los gobiernos
La manifestación prosiguió su marcha hasta la explanada Chaho Pelletier de Baiona Ttipia. Las cerca de cuatro mil personas que hicieron el recorrido se congregaron ante el escenario instalado para la ocasión, desde donde Eregina Dolosor, del sindicato CFDT, y Christophe Desprez, de la Liga de los Derechos Humanos, leyeron en euskara y francés la declaración final. Ambos subrayaron que en Euskal Herria «se ha abierto una nueva era». «Desgraciadamente, ni el Estado francés ni el español han dado ningún paso en ese sentido. Hoy queremos, una vez más, denunciar esa posición», añadieron. Insistieron en que sólo se darán pasos adelante en cuanto todas las partes participen directamente y de forma positiva en este proceso.
Recordaron, asimismo, sus cuatro revindicaciones principales: el acercamiento de todos los presos y la puesta en libertad de los que están en fin de condena; la legalización de partidos y organismos políticos; el fin de la represión, y el reconocimiento de todas las víctimas.
«Tenemos claro que sólo se llegará a una paz duradera y a la resolución de este conflicto político con un proceso político. Tenemos que obligar a los gobiernos francés y español a que vayan en ese camino», indicaron, si bien la manifestación de ayer fue sobre todo un llamamiento dirigido a París. Y llamaron a todos los asistentes a seguir movilizándose.
Por su parte, todos los dirigentes políticos insistieron también en que el Gobierno francés tiene que implicarse en la resolución del conflicto. Así, la senadora Frédérique Espagnac resaltó la importancia del proceso abierto actualmente en Euskal Herria, para confirmar que el Partido Socialista «lo observa desde muy cerca».
«El Partido Socialista hará todo lo posible para que las cosas vayan hacia adelante», agregó. Es más, dijo que, si el PS ganara las próximas elecciones, colocaría a «las distintas partes del conflicto alrededor de una mesa para poner en marcha acciones concretas».
La manifestación terminó a las seis. Josu Esparza y Aurore Martin siguieron su camino.