La portavoz foral, Larraitz Ugarte, expresó ayer su satisfacción por el pacto presupuestario para 2012 suscrito por Bildu con el PNV, que, según comentó, «mejora y enriquece» la propuesta de la Diputación al incorporar una partida de ocho millones para un plan anticrisis de apoyo a las empresas e incluir también distintos aspectos en materia de residuos. En este segundo apartado, Ugarte aclaró que ninguna de las dos partes renuncia a sus planteamientos o proyectos estratégicos, aunque sí hay un interés por llegar a acuerdos.

Pese a que el documento suscrito sitúa el debate sobre la gestión de los residuos en las Juntas Generales, Ugarte matizó que la «última palabra» sobre la construcción de una planta de combustión de basura recae, en todo caso, en el Consorcio de Residuos, en el que Bildu tiene mayoría. Explicó que se trata de una cuestión de competencias, ya que la planificación sí corresponde a la Cámara foral, pero el modo de gestión de los residuos compete sólo a los consistorios.

«En Juntas no se decide si habrá o no incineradora», añadió Ugarte, quien explicó que el contrato de las obras de construcción de la planta, suspendido ahora durante seis meses, fue suscrito entre el Consorcio y la UTE adjudicataria. Indicó que será necesario que transcurran seis meses para analizar los resultados de la firme apuesta por el reciclaje que han realizado 40 ayuntamientos y una mancomunidad y estudiar si, después de esto, es «viable» y adecuado el proyecto aprobado en su día.

Tras recalcar que Bildu no es favorable a ninguna incineradora cualquiera que sea su tamaño, Larraitz Ugarte dijo estar segura de que la coalición sobe- ranista «convencerá al resto de partidos» de Gipuzkoa de que sus propuestas «son las más adecuadas» y de que «hay que reciclar lo más posible».