Delegados de LAB celebraron ayer una asamblea en Iruñea para analizar las prioridades de los presupuestos de las administraciones públicas de Hego Euskal Herria, un acto al que siguió una manifestación que concluyó frente al Parlamento navarro.

LAB considera que tanto el Gobierno navarro, sustentado por la coalición formada por UPN y PSN, como el Ejecutivo de Gasteiz, de la mano de PSE-PP, «han optado por ajustar y recortar los presupuestos en una situación social muy grave».

A juicio de este sindicato, «no se pueden seguir sacrificando las políticas sociales y los servicios públicos, porque está en juego el mantenimiento de un nivel de vida mínimo para quienes están sufriendo directamente las consecuencias más duras de la crisis, la igualdad de oportunidades y el acceso a servicios públicos básicos (como la educación y la sanidad) que el mercado no es capaz de garantizar para amplios sectores de la sociedad».

La secretaria general, Ainhoa Etxaide, fue más allá y aseguró que dichas políticas están terminando por dañar la economía, para añadir que el próximo año «las cosas se pueden torcer mucho» y que «viene una segunda vuelta de la crisis».

En ello incidirá también, a juicio de Etxaide, la actitud de la patronal, que «va a avanzar en sus reivindicaciones históricas, en demandas que en otras situaciones sería impensable que pudieran conseguirlas. Y eso lo hemos visto los últimos tres años -recordó-, con expedientes de regulación en los que se ha financiado el despido de empleo de calidad para sustituirlo por trabajadores precarios».

Reparto de la riqueza

Ante esta situación, Ainhoa Etxaide reiteró que existe una alternativa, «que es repartir el trabajo y la riqueza, apostar por un tejido productivo desde el impulso y la incentivación del sector público». Señaló asimismo que en el camino de la alternativa «será decisivo dar pasos hacia la soberanía política y económica», que exigirán a su vez «acuerdos sólidos entre soberanistas de izquierdas».

Por ello, anunció que el próximo año, «cuando se nos haga tan visible la necesidad de la alternativa, habrá que hacer un debate de verdad» en el que la central abertzale «está dispuesta a adquirir compromisos y a hacerlo con fuerza», concluyó Etxaide.