El sindicato ELA criticó ayer el Plan Integral de Gestión de Residuos de Nafarroa por contravenir el principio de reducción de residuos y por apostar por la incineración de la mitad de las basuras del herrialde. A su juicio, el Ejecutivo navarro pretende «hacer negocio con las basuras» y para ello no le importa la contaminación que se puede generar a través de la emisión de gases por la quema de desechos y por los residuos tóxicos derivados de la incineración. Frente a este modelo, ELA reivindicó la enorme eficacia que ha tenido la implantación de la recogida puerta por puerta en Gipuzkoa, donde la tasa de material reciclado supone más del doble de lo que se recoge en Nafarroa.

El responsable del sindicato en Nafarroa, Mitxel Lakuntza, expuso que entiende la necesidad del cambio de modelo de gestión de residuos como un asunto que va más allá de la ecología y el medioambientalismo, ya que también afecta a la salud de los trabajadores. En consecuencia, ELA lanzará una campaña de concienciación a través de sus afiliados. Lakuntza remarcó que el plan es «una chapuza», dado que ni siquiera se sabe aún dónde se ubicará la incineradora.

Según los datos que expuso la sindicalista Ainara Plazaola, desde 1996 los residuos urbanos (no industriales) se han incrementado en Nafarroa en un 40%. El sistema de recogida más extendido es el de los cuatro contenedores, aunque ni siquiera éste llega a todos los pueblos. Con los cuatro contenedores se consigue reciclar en torno al 31% del total de residuos. Sólo en una comarca, en la de Montejurra, se ha colocado un quinto contenedor, destinado a la materia orgánica para el compostaje. Sin embargo, el uso de este quinto contenedor no es obligatorio, sino voluntario, por lo que su efectividad es bastante reducida. En concreto, se consigue pasar de un 31% de aprovechamiento del residuo al 35%. Frente al moderado éxito de estos sistemas, ELA destacó que la recogida puerta por puerta logra el reaprovechamiento del 85% en Usurbil.

ELA denuncia que el plan de UPN va en sentido contrario. Quieren quitar el quinto contenedor de Montejurra. Según el sindicato, UPN ve como un negocio la quema de basuras -ya que está considerada como energía renovable- y por ello desdeña de la selección.