conformación del NUEVO gobierno español
Rajoy se rodea de allegados y de perfiles más profesionales
En el nuevo Gobierno Jorge Fernández Díaz será titular de Interior, Alberto Ruiz Gallardón será ministro de Justicia y Luis de Guindos, ex directivo de Lehman Brothers, se hará cargo de Economía
Alberto PRADILLA | MADRID
Jorge Fernández Díaz y Alberto Ruiz Gallardón serán los principales responsables del Gobierno español en las cuestiones relacionadas con el conflicto político que vive Euskal Herria. A las 19.30, Mariano Rajoy, ya investido como presidente, tardó apenas cinco minutos en desvelar los nombres de un Ejecutivo reducido, que mezcla a sus allegados con perfiles más profesionales y claramente diferenciado en dos bloques: el político y el económico. En total, trece carteras para doce cargos de confianza. Para hacer frente a la crisis, el jefe del Gobierno se apoyará en Luis de Guindos, antiguo presidente ejecutivo de Leman Brothers para el Estado español y Portugal, como nuevo ministro de Economía.
Fernández Díaz, que llega desde el PP catalán, ostentará la cartera de Interior. De él dependerá tanto la Guardia Civil y la Policía española como la política penitenciaria, por lo que tendrá que gestionar una de las primeras reclamaciones lanzadas por las fuerzas abertzales, e incluso el Gobierno de Patxi López, ante el nuevo escenario. Lo definen como un hombre de aparato, habituado a manejar los hilos en un segundo plano y que, en los últimos años, se ha parapetado tras su hermano menor, Alberto, que lidera el PP en Barcelona. El político catalán, nacido en Valladolid y con lazos familiares en Fitero, es una persona de la total confianza de Rajoy, a quien ya acompañó como secretario de Estado en su época de ministro y que no se ha significado en las feroces campañas lanzadas contra el catalán.
Alberto Ruiz Gallardón es la otra referencia de cara la resolución del conflicto vasco. El alcalde de Madrid, eterno candidato presidenciable, sonó para Interior, pero ha terminado recalando en Justicia. Durante su carrera política se ha labrado una imagen de moderado que terminó convirtiéndole en el principal objetivo de las críticas del sector más duro de los conservadores españoles. Tiene plaza de fiscal, pero no ejerció nunca por lo que, aparentemente, su nombramiento responde a su perfil político en un ministerio que también tiene mucho que decir en cuestiones como las leyes de excepción política y la ampliación de condenas a los prisioneros políticos. Previsiblemente, Gallardón, junto a Fernández Díaz, montarán el tándem del que se servirá Rajoy para abordar esta cuestión. No obstante, será el propio presidente quien marcará la pauta.
Sáenz de Santamaría, número 2
En el ámbito político, Soraya Sáenz de Santamaría cierra el triunvirato de Rajoy, que ayer se marchó sin responder ninguna pregunta a la prensa. Su mano derecha será vicepresidenta, tendrá la cartera de Presidencia y ejercerá como portavoz.
En el bloque económico: Luis de Guindos, al frente de Economía; José Manuel Soria, en Industria; y Fátima Báñez al frente de Empleo. Lo más significativo, el anterior cargo que ostentó De Guindos: directivo de Leman Brothers hasta poco después del crack de la firma.
El traspaso de carteras comenzará hoy mismo. Por ejemplo, el ministro saliente de Justicia, Francisco Caamaño, cederá sus poderes al todavía alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, en un acto previsto para el mediodía.
Pedro Morenés, nacido en Getxo en 1948, se hará cargo de Defensa. Morenés, que estudió Derecho en la Universidad de Navarra, ya acompañó a Mariano Rajoy durante su etapa al frente del Ministerio de Interior, con el cargo de secretario para la Seguridad del Estado. Al margen de su trayectoria institucional, ha estado estrechamente vinculado a la industria armamentística, ya que dirige la filial de MBDA en el Estado español y fue representante de Instalaza SA, que ofertaba entre sus productos munición MAT-120, también tristemente conocidas como «bombas de racimo». Hasta febrero de este año, Morenés fue presidente de Construcciones Navales del Norte. A.P.
La izquierda abertzale entiende que el nuevo presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, decepcionó a la mayoría de la sociedad vasca al optar por una postura inmovilista para responder a Amaiur durante el debate de investidura en el Congreso e instó al PP a asumir los planteamientos de la Declaración de Aiete.
«Consideramos que ésa es la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca: la superación definitiva del ciclo histórico de confrontación violenta, así como todas sus consecuencias, con la vuelta a casa de presos y exiliados políticos, con la desmilitarización del país y con el desarme de ETA», declaró Txelui Moreno en una comparecencia que tuvo lugar ayer en Iruñea.
Moreno asumió que «es cierto que Rajoy no le debe nada a Amaiur, que tampoco le ha reclamada nada», pero añadió que «el Estado español sí que tiene una deuda histórica con Euskal Herria, el reconocimiento de su identidad nacional y los derechos que como pueblo le corresponden», por lo que instó al nuevo Gobierno español a aprovechar la actual ocasión histórica.
También Bildu reclamó, mediante una nota, compromisos a Rajoy y le instó a «demostrar audacia a la hora de abordar la solución democrática del conflicto que reclama la sociedad vasca, y a que su política económica garantice y fortalezca los servicios públicos y apueste por el empleo de calidad, haciendo frente a la precariedad».
Bildu mostró su preocupación ante el discurso de Rajoy porque en su primera intervención «obvió mencionar la disposición de su Gobierno a afrontar la resolución del conflicto político vasco y, por lo tanto, las medidas a adoptar para favorecerlo», así como por las medidas económicas que planteó.
«El señor Rajoy y el partido del que es presidente, el PP, siguen anclados en el pasado y aún no han realizado una lectura adecuada de los nuevos tiempos que se viven en Euskal Herria», añadió.
Ante esta situación, Bildu reclamó al Gobierno del PP que atienda la demanda de la ciudadanía vasca y dé pasos hacia la resolución del conflicto, citando expresamente el acercamiento de las presas y presos políticos vascos, la legalización de Sortu, la derogación de «la doctrina que permite la cadena perpetua» y la excarcelación de los presos enfermos.
También Aralar pidió a Rajoy que asuma responsabilidades, destacando que «su primer quehacer es la consecución de la paz y de la normalización política, teniendo en cuenta que en nuestro pueblo siguen sin respetarse todos los derechos». A través de una nota de prensa, señaló que «ha llegado el momento de dar una respuesta positiva a la resolución de Aiete y, además de dar inicio al diálogo entre partidos, cambiar de raíz la política penitenciaria», citando expresamente la liberación de los presos enfermos y de las personas encarceladas por actividades de carácter político.
Eusko Alkartasuna, por su parte, criticó que las intervenciones de Mariano Rajoy en las dos sesiones de investidura en el Congreso demuestran que el nuevo presidente del Gobierno español está «muy alejado de la realidad política vasca y hasta del análisis que sus propios compañeros del PP del País Vasco hacen de la situación actual».
La secretaria de Comunicación del partido abertzale, Ikerne Badiola, sostuvo que «la gestión política de Madrid nunca se ha caracterizado por su cercanía con Euskal Herria, pero el discurso de Mariano Rajoy ha mostrado que la brecha que separa la política vasca de la del Estado es ya un abismo» y el PP trata de «contentar a la ciudadanía que vive al sur del Ebro».
EA amplió la crítica contra el presidente del Gobierno español a las propuestas realizadas en materia socioeconómica puesto que, como significó Badiola, «no hará sino ahondar en las recetas que no han dado resultado para salir de la crisis y dar una vuelta de tuerca al Estado del Bienestar». Martxelo DÍAZ
Joan Baldoví, diputado de Compromís-Equo, reveló el martes que los miembros del Grupo Mixto están elaborando una propuesta para estructurarse de un modo diferente. Después de que la Mesa del Congreso vetase la solicitud de Amaiur para configurar un grupo propio, el Mixto quedará compuesto por ocho formaciones y 18 diputados. De este modo, según señaló Baldoví, lo que están estudiando los parlamentarios es cómo pueden organizarse para disponer de más tiempo de intervención.
Según comentó el diputado valenciano, la sesión de investidura evidenció los problemas que generarán las dimensiones de este grupo. En su opinión «valencianos, gallegos, asturianos, canarios y navarros» -en referencia a su propia coalición, BNG, Coalición Canaria, Geroa Bai y UPN- deberían contar con más tiempo para expresarse. Su tiempo de palabra ha quedado limitado por la cerrazón contra Amaiur, a la que han obligado a permanecer en el Grupo Mixto a pesar de contar con siete diputados, una cifra muy superior a la del resto de formaciones que componen esta estructura.
Por el momento no se conocen detalles concretos de la propuesta, aunque su aprobación siempre dependería de que la Mesa del Congreso, presidida por Jesús Posada y donde el PP dispone de mayoría absoluta, dé su visto bueno.
Ayer se constituyó el Grupo Mixto del Senado, formado por tres electos de Amaiur, tres de UPN, dos de CC y uno de Foro por Asturias. El portavoz será rotatorio. A.P.