Kike DE PABLO  | Alpinista

En una columnilla anterior hice referencia a las desventuras de un Papa Nöel aficionado cuyo descendedor había quedado bloqueado por sus pobladas y navideñas barbas. La casa Petzl, fabricante de gran número de dispositivos de descuelgue y descenso, aprovechando esa peripecia y muchas otras acontecidas en estas fechas, en las que gran número de Papas emprenden aventuradas bajadas desde cornisas de edificios y estructuras de todo tipo, ha sacado a la luz un folleto con su conocido y característico formato de instrucciones, en el que alerta a los Papas sobre los peligros que acechan en esta peculiar actividad, desde el susodicho problema de las barbas hasta el riesgo en maniobras de descenso en espacios confinados, por ejemplo en chimeneas estrechas, en las que el rappel clásico se ve sustituido por un descuelgue de arnés en maniobra asistida por ayudantes elfos, todo esto teniendo en cuenta la posibilidad de ir a parar sobre un nutrido y bien alimentado fuego.

El problema debe ser grande, ya que la página de montaña Kairn felicita las fiestas con una imagen de un Papa Nöel estrellado y desmadejado en el suelo y avisa a los aficionados a estas actividades navideñas de que los tejados son resbaladizos y están helados en esta época del año, cuestión de asegurarse. Y, en fin, la crisis ha llegado hasta este personaje navideño: ni trineos, ni renos, ni ayudantes. Se puede ver una imagen suya repartiendo juguetes, de tejado en tejado, en precario equilibrio a lo largo de una slack line.