Renovación interna del PSOE
Rubalcaba y Chacón exhiben apoyos y capitalizan la sucesión de Zapatero
Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón ya son precandidatos a suceder a José Luis Rodríguez Zapatero al frente de un PSOE muy tocado tras la histórica debacle del 20N. A la espera de una tercera vía que no aparece, los dos aspirantes exhibieron ayer sus principales apoyos en el último Comité Ejecutivo presidido por Zapatero. Patxi López y buena parte del PSE se sitúan con el actual líder de facto, mientras que el PSC hace bloque con la ex ministra de Defensa.
Alberto PRADILLA | MADRID
La carrera por la secretaría general de un PSOE lastrado por los peores resultados electorales de su historia reciente ya está en marcha. Tal y como estaba previsto, la pugna se ciñe a dos candidatos: Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, los únicos que han dado un paso al frente. Ayer, ambos coincidieron en la reunión en Ferraz del Comité Federal, el último presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. Su único punto dentro del orden del día era aprobar la ponencia marco que se debatirá en el congreso de Sevilla. Sin embargo, el encuentro sirvió de atrezzo para que ambos contendientes moviesen hilos en la búsqueda de avales, lo que hizo que el baile de nombres capitalizase la atención informativa de la jornada.
«Es posible que haya algún candidato más», señalaba a media mañana Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños y «verso suelto» dentro del partido. No es descartable que esta tercera vía aparezca, aunque todavía no se vislumbra nadie con capacidad real. Tampoco se puede olvidar que Zapatero, todavía líder de la formación hasta febrero, pasó de diputado raso a controlar la Ejecutiva en el 35º Congreso.
A la búsqueda del aval
Rubalcaba realizó su puesta de largo el pasado 29 de diciembre, mientras que Chacón (a la que ha brotado la «n» del nombre para adaptar su «Carme» catalán a la forma española) esperó al sábado para hacer pública su candidatura. Paradójicamente, ambos terminaron ayer sentados codo con codo en la reunión celebrada a puerta cerrada. Mientras los delegados debatían en el interior, los equipos de los aspirantes se afanaban en buscar los avales necesarios para ser precandidato. No es un trámite obligatorio, pero logrando un 10% de firmas (24 en total, de un comité de 243 miembros), se accede a facilidades a la hora de hacer campaña. Lo que sí constituye una condición sine qua non es obtener el apoyo de un 20% del Congreso, compuesto por 969 delegados.
La mayor parte de líderes del PSOE que hablaron después de la reunión trataron de hacer hincapié en la importancia del debate ideológico, calificado de «intenso» por el secretario de Organización, Marcelino Iglesias. Sin embargo, las intrigas palaciegas siguen acaparando el proceso precongresual. Ayer a media tarde se hizo público que ambos candidatos ya tenían sus avales: Rubalcaba, al que se presupone un mayor control del aparato del partido, cuenta con 57, cuyos nombres hizo públicos, mientras que Chacón se acerca a la treintena de rúbricas.
Entre los avalistas de Rubalcaba se encuentran el lehendakari, Patxi López; la ex ministra española de Trabajo, Trinidad Jiménez; o el ex titular de la Presidencia, Ramón Jáuregui. A nadie se le escapa que la adhesión de López constituye uno de los principales trofeos exhibidos por el que es líder de facto del partido, que celebró el alineamiento del lehendakari a través de un mensaje en Twitter. Con López llegó parte de la cúpula del PSE, como Isabel Celaa o José Antonio Pastor o Iñaki Arriola.
Catalunya, con Chacón
El punto negro para Rubalcaba es el Principat de Catalunya, donde no ha obtenido ni un solo aval. Pere Navarro, primer secretario del PSC, hizo público su apoyo a Chacón, aunque insistió en que su formación no se posicionará en bloque. Uno de los fenómenos característicos de las dos familias en pugna está en el hecho de que mientras los partidarios del ex ministro de Interior remarcan las capacidades personales de su candidato, los fieles de la antigua titular de Defensa tratan de pasar del debate de los nombres hacia el de las ideas, aún sin profundizar en ellas. En esta línea habló José María Barreda, secretario general en Castilla La Mancha y avalista de Chacón, junto a Pedro Zerolo o Teresa Cunillera.
Quien todavía no se define es José Antonio Griñán, líder en Andalucía, que señaló que él mantendrá la «neutralidad activa» aunque reconoció que la dirección del partido en este territorio expresará sus preferencias tras escuchar a las agrupaciones locales. El peso de Andalucía, con un 25% de los delegados, será determinante en la elección.
No a las enmiendas
La reunión de ayer, con muchas claves internas, supuso también el final del recorrido para los dirigentes que abogaban por retrasar el Congreso. La ponencia marco se aprobó por unanimidad, ya que las únicas enmiendas presentadas por escrito eran las de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex presidente extremeño, y no llegaron a votarse. Carmen Hermosín, diputada por Sevilla, defendió sin éxito el manifiesto firmado por 200 cargos en el que solicitaban más tiempo para realizar el cónclave.
La jornada supuso la despedida del Comité para Zapatero, que apeló al debate «ejemplar» e hizo bandera de la «autocrítica» sin renunciar a la herencia de los años de gobierno. Con la ponencia ya aprobada, aunque podría modificarse con aportaciones de agrupaciones locales, el debate sigue mediatizado por los nombres, sin entrar a fondo en las políticas neoliberales que alejaron al PSOE de su electorado en el Estado español. Las posibles candidaturas tienen un mes para hacer sus propuestas.
Los miembros del Comité Federal dejarán en manos de la próxima ejecutiva la decisión sobre si convocar o no un futuro Consejo Político para abordar el debate ideológico que reclaman diversos sectores.
La frase «el terrorismo ha sido derrotado», en referencia al cese unilateral decretado por ETA, es la única referencia hacia el conflicto vasco que aparece en la ponencia marco aprobada por el Comité Federal.
«No nos han permitido entrar. Somos militantes, con carné, pero nos impiden acceder a Ferraz. Esta es la democracia interna de la que hablan». De esta manera se expresaba, en el exterior de la sede del PSOE en Madrid, uno de los miembros de Proyecto Nuevo Socialismo 3.0, una iniciativa surgida desde diversos afiliados de base que pretende romper la dicotomía entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón y «refundar» el partido desde la izquierda. Ninguno de sus miembros forma parte del Comité Federal, por lo que no tenían permiso para acceder a la reunión. Sin embargo, ya tienen candidato: se trata de Luis Ángel Hierro Recio, ex diputado por Sevilla y profesor de Economía de la universidad de esta misma localidad.
Para situarse en la línea de salida junto a Rubalcaba y Chacón, Hierro necesita también los 24 avales de miembros del Comité. Ayer, hasta el momento, únicamente había obtenido una decena. Hay que tomar en cuenta que solo se permite una firma por delegado, por lo que si esta se repite, quedan invalidadas. Además, Hierro denunció que los dirigentes del partido no le han permitido el acceso a la lista de miembros del cónclave, lo que dificulta su recogida de adhesiones. Sin embargo, desde el partido respondieron que sería el propio aparato el que haría llegar la candidatura a los interesados, ya que la lista es «secreta».
Por ese motivo, un grupo de afines a Hierro se esforzaba ayer para lograr avales entre los dirigentes que desfilaban frente a Ferraz. «¡No quieren democracia interna!», protestaba uno de ellos instantes después de que el lehendakari, Patxi López, que ya había firmado por Rubalcaba, esquivase con un quiebro el intento de alcanzarle un bolígrafo y el documento donde rubricar el apoyo a esta candidatura.
No es la primera vez que este profesor universitario intenta liderar el PSOE. También trató de ser coronado como candidato a la presidencia del Gobierno español en las pasadas elecciones, pero no obtuvo las 22.000 firmas de afiliados necesarias y que solo consiguió Rubalcaba.
Los partidarios de Proyecto Nuevo Socialismo 3.0 se aferran a datos como el ofrecido recientemente por una encuesta publicada en el diario «El País», en la que se señalaba que los votantes del PSOE no están satisfechos con ninguno de los dos aspirantes y que preferirían una tercera vía. No se puede olvidar que tanto Rubalcaba como Chacón han formado parte de la dirección del partido hasta el momento, lo que, en opinión de esta corriente, les inhabilita para un proceso renovador.
Según esta iniciativa, la crisis no es la única responsable de la debacle del partido, sino especialmente su desviación hacia planteamientos neoliberales. Como ejemplo, uno de los miembros de la iniciativa (que no quisieron dar su nombre para «no restar protagonismo» a su candidato) citó el pacto de gobierno en Nafarroa entre PSN y UPN.
En caso de que Hierro no se hiciese con los 24 avales necesarios para convertirse en precandidato debería obtener el respaldo de unos 190 delegados en el Congreso de Sevilla los próximos 3, 4 y 5 de febrero. A. P.