El keniata Joseph Ebuya, campeón mundial en 2010, y la eritrea Nazareth Weldu se adjudicaron la 58ª edición del Cross Internacional de Zornotza disputado con una temperatura de 13-14 grados, cielo cubierto y sobre un terreno blando y sin barro.

Con la gran victoria de Ebuya, el keniata repitió el triunfo alcanzado la pasada edición. Pero esta vez lo hizo tras «reventar» físicamente a su sombra hasta los últimos 3.000 metros, el eritreo y subcampeón del mundo Teklemariam Medhin.

Lo cierto es que el ganador volvió a acreditar su gran estado de forma, corriendo los 10.700 metros de que consta la prueba en 31:33, a un ritmo inferior de tres minutos por kilómetro.

Ebuya, de 24 años y autor de un mejor registro personal de 12:51.00 en 5.000 metros, encabezó de principio a fin una prueba en la que participaron 140 atletas. Con un tren de carrera alto y regular, registró entre 2:55 y 3:02 cada mil metros.

Durante la prueba se formaron dos grupos. El de cabeza estuvo formado por Ebuya y Medhin, mientras que por detrás se unieron Vincent Chepkok, Luchas Rotich y Hunegaw Mesfin.

El resto de los corredores, marchando en pequeños grupos o en solitario, fueron meras piezas de compañía en el circuito de Jauregibarria, con justicia uno de los mejores del mundo de esta modalidad deportiva.

Joseph Ebuya no quiso distraerse de su prioridad máxima, ganar, y para no hacer brotar las dudas sobre el vencedor indiscutible dio un cambio de ritmo después del kilómetro 7 que hizo añicos las esperanzas de su hasta entonces compañero de viaje, Medhin.

El eritreo poco a poco vio cómo sus rivales lograban alcanzarlo y pasarle. Así, Chepkok se hizo con la segunda plaza y Mesfin, ganador aquí en 2009, completó el podio final.

Una envidiable Weldu

La principal carrera femenina, sobre 6,7 kilómetros, la resolvió favorablemente la eritrea Nazareth Weldu, una corredora de 21 años con un par de experiencias en el mundial de cross sin llamar la atención.

La eritrea y Priscah Jepleting Cherono, keniata 10 años mayor y con la etiqueta de quinta en el mundial del pasado año en Punta Umbría (Huelva), fueron a la par durante cinco kilómetros. Pero el paralelismo se rompió espectacularmente en los 400 metros finales rematados al sprint con el poder y la planta física envidiable de Weldu.

La catalana Lidia Rodríguez, con la camiseta del club bilbaino Ercoreca-Santutxu, dio un arreón final que le condujo a la tercera plaza final mientras que Elena Espeso, al borde de los 40 años, terminó quinta.