derbi Buen fútbol frente a dinámica sumadora
Las magníficas sensaciones no pueden cortar la flor
A la Real le siguen sin sonreir los resultados pese al fútbol desplegado, mientras que Osasuna continúa sembrado y sumando puntos por su aplomo defensivo.
Natxo MATXIN
El fútbol no es boxeo. Acumular méritos sobre el césped a base de golpes de bien poco sirve si uno de ellos no provoca el K.O. del rival. Calarse los guantes para repartir mamporros al contrario no tiene mucho sentido si el otro púgil tiene el mentón duro como la roca. Y en esas están Real y Osasuna, el primero llevando la iniciativa y poniendo el buen fútbol; el segundo, aguantando estopa y aumentando su estadística de solo tres derrotas en 17 partidos.
Una dinámica, la de ambos, que no se truncó en Anoeta -las dos escuadras vascas acumulan su sexto encuentro consecutivo sin perder-, pero vuelve a demostrar que en el balompié de élite lo importante son los puntos y no el juego. Los rojillos siguen defendiendo la quinta plaza y los txuri urdines continúan asomados al abismo. En definitiva, las magníficas prestaciones locales no pudieron cortar la flor que tiene ahora mismo la escuadra navarra.
En cualquier caso, la trayectoria en lo que respecta a los de Montanier parece satisfacer a la parroquia guipuzcoana, muy volcada con su equipo, como se pudo apreciar en el derbi. Da la sensación de que la hinchada blanquiazul está convencida de que la línea emprendida por los suyos es el mejor camino para salir del pozo.
Está claro que, a la larga, jugar bien y con criterio tiene que traer resultados y en ese empeño está el vestuario donostiarra, pero de momento los datos no son muy esperanzadores. La Real, desplegando un buen fútbol, solo ha sumado tres puntos en los otros tantos últimos choques que ha protagonizado. Unas cifras que no le permiten asomar la cabeza y, como efecto añadido, reafirmarse con una ubicación holgada en que la apuesta es la correcta.
En el polo opuesto, Osasuna hace unas cuantas jornadas que ha dejado en manos del esfuerzo y la fortuna, si exceptuamos el último tramo ante el Villarreal, su devenir liguero. Lejos de que la concatenación de buenos resultados haya conllevado una mayor alegría en labores ofensivas ante el menor riesgo clasificatorio, los rojillos han entrado en una espiral en la que confían toda su suerte al balance defensivo y a la falta de pegada del adversario, algo que no siempre va a durar.
Fase muy exigente
Tras el empate sin goles de Anoeta, a ambos conjuntos les llega una fase muy exigente que determinará si los modos de una y otra son los más rentables. Por lo caprichoso del calendario, los rivales van a ser casi iguales: Valencia y Atlético, amén de un rival en la lucha por el descenso, el Racing en el caso de Osasuna y el Sporting, en el de la Real.
La pequeña ventaja para los de Mendilibar es que esos tres encuentros los va a disputar en El Sadar, un feudo inexpugnable hasta el momento. Los txuri urdines, por su parte, deberán rendir visita a Mestalla.
Si todo transcurre por donde debe, habrá derbi copero vasco en cuartos. Está por ver hasta qué punto le pasa factura a la Real este doble duelo. A Osasuna solo le cabe centrarse en Liga, pues está casi eliminado por el Barcelona.
La Real no llega ni a un gol por encuentro disputado, una pesada losa el que no se traduzcan las ocasiones generadas en dianas. Quitando las dos goleadas del Camp Nou y el Bernabéu, Osasuna solo ha encajado 13 tantos, cifra que únicamente mejora el Barcelona.
Los de Montanier entrenarán hoy a puerta cerrada -12.30-y a las 17.00 partirán desde Zubieta para llegar a las 18.35 al aeropuerto de Palma de Mallorca. Por precaución, tanto Aranburu como Zurutuza se ejercitaron ayer en el gimnasio debido a sendos golpes sufridos.
Junto a Andrés Fernández, Puñal era el que más partidos y minutos acumulaba, pero el capitán se perderá el próximo compromiso liguero frente al Racing. El centrocampista vio su quinta tarjeta amarilla al levantar excesivamente el pie en un lance con Aranburu.
Tanto Osasuna como Real resultaron favorecidos por los adversos resultados de sus rivales más cercanos. Los rojillos mantienen la quinta plaza al empatar en casa Málaga y perder Sevilla. La Real no fue superada ni por Villarreal -empató a última hora- ni Sporting -perdió en Sevilla-.
Antoine Griezmann fue de los mejores por el lado txuri urdin. Solo la destreza de Andrés Fernández, con quien se topó en un par de ocasiones, evitó que el joven valor realista acabase anotando. Ello no impidió que el de Macon fuera aplaudido por la grada de Anoeta en alguna de esas intervenciones, un signo de reconciliación que el propio jugador agradece. «Me pareció emocionante y quiero seguir jugando así para tener más ovaciones. Es lo que quería, pensar solo en el fútbol, que se hable bien de mí en el campo y no de otras cosas», señaló, intentando aparcar pretéritas polémicas.
Su notable concurso y el de buena parte de sus compañeros, sin embargo, no está fraguando en la suma de tres en tres, tan acuciante dada la peligrosa situación clasificatoria en la que está inmersa la Real. «Está claro que tanto el equipo como yo mismo podemos dar mucho más, confío en poder aportar más. De todos modos, vamos cogiendo confianza en cada partido que pasa y, cuando estemos a tope, sacaremos esos puntos tan necesarios», manifestó.
No pudo ser en el derbi ante Osasuna, cuyo resultado final de empate a cero, a juicio de Griezmann, se puede repartir a partes iguales por la falta de puntería local y por la magnífica actuación del cancerbero rojillo. «Si mis ocasiones las hubiese puesto bien hacia un lado, él no habría llegado, pero también es cierto que hizo muy buenas paradas. En todo caso, ya es momento de hablar del Mallorca».
La vuelta copera, pese al tranquilizante 2-0 de la ida, será muy exigente y para el zurdo carrilero habrá que encarar el compromiso con toda la actitud del mundo y sin pensar en la ventaja que se lleva a tierras baleares. «Hay que ir a ganar sin pensar en ninguna otra cosa y espero jugar allí, aunque hay otros compañeros que tienen nivel para este tipo de partidos». N.M.
