Crónica | declaración de etxarri de 1977
35 años después, las demandas del Movimiento de Alcaldes siguen vivas
En 1977, la Guardia Civil bloqueó el paso a unas 100.000 personas que se dirigían a Etxarri-Aranatz, donde el Ayuntamiento había convocado un acto para reclamar amnistía, reintegración foral y oficialidad para el euskara. Ayer, 35 años después, electos de aquella época y actuales volvieron a destacar la vigencia de aquellas demandas.
Martxelo DÍAZ
El llamamiento realizado por el alcalde de Etxarri en 1977, Javier Mauleón, fue respondido por 174 ayuntamientos vascos. Ayer, con Joxi Bakaikoa como alcalde de esta localidad de Sakana como anfitrión, electos de distintos ayuntamientos y de diferentes épocas se reunieron en Etxarri.
También los bertsolaris Matxiandarena, Eusebio Igartzabal, Iñaki Murua y Xabier Amuriza volvieron a Etxarri 35 años después, al igual que los txistularis que tocaron en 1977, que ayer estuvieron acompañados por una nueva generación.
Los integrantes del Movimiento de Alcaldes, que en 1977 no pudieron llegar a Etxarri por el bloqueo policial ordenado por el ministro español del Interior, Rodolfo Martín Villa, fueron homenajeados ayer.
Faltó José Luis Elkoro
Sin embargo, José Luis Elkoro, alcalde de Bergara en aquella época e impulsor del Movimiento de Alcaldes, no pudo desplazarse a Sakana «porque sigue estando preso», según destacó su hijo Iñigo, que intervino en su nombre, destacando la enorme vigencia que sigue manteniendo el texto aprobado en 1977.
En el mismo, se destaca la necesidad de la amnistía general y la reintegración foral plena como vía para lograr la capacidad de decidir en los distintos herrialdes y recuperar sus poderes originarios.
Junto a ello, el manifiesto redactado por el Ayuntamiento de Etxarri reclamaba la cooficialidad del euskara para atajar el retroceso de esta lengua y convertirla en un elemento para reforzar la cultura propia.
Joxi Bakaikoa destacó la importancia de los ayuntamientos, al tratarse de la institución más cercana a la ciudadanía y agradeció a los alcaldes que en 1977 dieron cauce a las reivindicaciones populares de Euskal Herria. «Fueron pioneros y un modelo para nosotros para poder continuar el camino de la construcción nacional. El pasado tiene que servirnos para mirar hacia el futuro y conseguir la palabra y la decisión que este pueblo demanda», destacó.
Tal y como sucedió en 1977, el acto institucional concluyó cantando la canción «Aupa gizona, jeiki mutil», mientras varios de los asistentes desplegaron ikurriñas y banderas que reclamaban la repatriación de presos y el retorno de refugiados.
Tras el acto institucional en el interior del Ayuntamiento, se celebró otro de carácter más popular en el exterior. Se trataba de recuperar el que no se pudo llevar a cabo hace 35 años por el bloqueo policial.
Bakaikoa destacó que en estos momentos Euskal Herria tiene una nueva oportunidad para conseguir sus sueños. «Recordamos el pasado, pero nuestra principal preocupación es el futuro de nuestro pueblo. Lamentablemente, las reivindicaciones que hicieron hace 35 años, desgraciadamente, no han perdido vigencia», subrayó.
«Necesitamos que todos los presos políticos estén libres y en casa porque es un paso imprescindible en la vía para solucionar el conflicto político, ya que tenemos una nueva oportunidad 35 años después», señaló el actual alcalde de Etxarri, destacando la importancia del paso adelante que han supuesto la Declaración de Gernika y la Conferencia de Aiete.
Bakaikoa hizo una especial referencia a la situación del euskara, ya que a pesar de que se han producido avances a instancias de la iniciativa popular no se ha logrado rescatar a esta lengua del peligro de desaparecer. En este sentido, recordó que la restrictiva Ley del Vascuence de Nafarroa acaba de cumplir 25 años y que hay ikastolas, como la de Lodosa-Sartaguda, que sufren una angustiosa penuria económica que pone su viabilidad en peligro.
La reivindicación de la ikurriña, que también se encontraba en la declaración de los alcaldes de 1977, estuvo presente ayer en Etxarri. Dos mujeres que bordaron la bandera que se colocó hace 35 años, Julia Larraza y Francisca Arratibel, la volvieron a izar en el mástil del Ayuntamiento, acompañados de un edil de 1977 y de una concejal de la actual corporación.
De este modo, se reclamó el derecho de colocar la ikurriña en edificios oficiales de Nafarroa, prohibido desde que se aprobó la Ley de Símbolos a instancias de UPN. En este aspecto, no es que no se haya avanzado desde 1977. Es que incluso se ha retrocedido.