El precio que reciben los productores de leche es inferior al de hace 3 años
Los baserritarras reciben por el litro de leche que producen un precio inferior al de hace tres años. Así se desprende de los datos oficiales del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Todo esto se conoce cuando en la UE camina hacia una reforma que no garantiza una remuneración según el coste de producción y del trabajo, mientras las multinacionales hacen el gran negocio.
Juanjo BASTERRA
En la Unión Europea han desaparecido un 80% de los establos lecheros desde 1984. «Euskal Herria¯como cita el informe- perdió el 60% de sus establos lecheros entre 2002 y 2010», según indica la organización internacional Grain en su último y actualizado estudio «El gran robo de la leche. Cómo es que las corporaciones le roban una vital fuente de nutrición y sustento a los pobres». Expresa que este desmantelamiento de la actividad lechera tiene que ver con la política de precios «por debajo del coste de producción» que se ha permitido en la Unión Europea, en este caso, y que ha beneficiado a las grandes empresas lácteas.
Esta organización de apoyo a los agricultores recoge la opinión de Vía Campesina que explica este desajuste porque «la UE y los estados miembros han manejado las cuotas sistemáticamente con el fin de que el abasto siempre exceda de la demanda. Esto ha permitido que la industria láctea baje el precio a pie de establo por debajo del coste de producción». Grain explica que los ganaderos y baserritarras sobreviven con precios tan bajos «únicamente porque reciben pagos directos por parte del gobierno, que en gran medida beneficia a los establecimientos más grandes». De hecho, en la UE «el 75% de los pagos directos de las ayudas sólo llegan a un un 25% de los establos».
Desequilibrio
En diciembre pasado la Comisión Europea y el Parlamento europeo rechazaron la propuesta de los productores de leche «para conseguir una regulación que permita unos precios estables, que remuneren los costes de producción y el trabajo», como criticó Vía Campesina. Esa realidad hace que en el Estado español los baserritarras y ganaderos están recibieron en 2011 unos precios por la leche que son inferiores a hace tres años, lo que muestra este desequlibrio tan importante del que se beneficia la industria láctea que exporta y hace negocios fuera de la UE. Así, según los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), en noviembre se han pagado 33,5 euros por cada cien kilogramos de leche, pero esa cantidad supone dos euros menos que en la media europea y un 1,17 euros menos que en Estados Unidos.
«El precio medio ponderado en los ocho primeros meses de la campaña fue de 32,1 euros, aunque son superiores a las dos campañas anteriores, siguen estando muy por debajo de los precios de hace años», según la organización agraria COAG. «A inicio de la campaña 2008/09 se percibía una media de 39,35 euros por cada cien kilos, pero a partir de esa fecha se fue reduciendo hasta el mínimo de 27 euros en julio de 2009», según explica la organización agraria.
Grain explica que los acuerdos de libre comercio a nivel mundial beneficiarán a la industria europea «porque aumentarán las exportaciones, si mantienen los bajos precios de la leche mediante subsidios, si se cancelan las limitaciones a la producción y si los impedimentos a las exportaciones se levantan con los tratados de libre comercio bilaterales con otras zonas del mundo».
Este paso elevará, por otro lado, la inversión en la industria lechera europea. El año pasado el gigante francés Yoplait, como indica Grain, fue absorbido por General Mills, de Estados Unidos. Pero también la industria china pretende abrir una fábrica de leche en polvo en el Estado francés.
El sector ve con preocupación estos movimientos en precios e inversión en la industria láctea porque «en el fondo se trata de explotar al productor más pequeño», como denuncia la organización internacional Vía Campesina. En Euskal Herria esta situación podría agravarse ante estas circustancias.
Grain reconoce que el control corporativo «sobre el abastecimiento mundial de la leche se ha acelerado». Las veinte compañías lecheras más grandes controlan más de la mitad del mercado global y procesan un 25% de la producción mundial de leche. Nestlé es la primera compañía y controla el 5% del mercado global con unas ventas del orden de casi 26.000 millones de dólares. Danone le sigue con cas 15.000 millones y Lactalis, con casi 13.000 millones. La primera es Suiza y las dos siguientes son francesas.
Junto a estas, se encuentra una holandesa, luego va Fonterra (Nueva Zelanda), Dean Foods (EEUU), Arla Food (Dinamarca/Suecia), Dairy Farmers (EEUU), Kraft Foods (EEUU), Unilever (Holanda), Meiji Dairies (Japón), Saputo (Canadá), Parmalat (Italia), Morinaga Milk Industry (Japón), Bongrain (Estado francés), Mengnelu (China), Yili (China), Land O'Lakes (EEUU), Bel (Estado francés) y Tine (Noruega). J. B.