GARA > Idatzia > Kirolak> Mendia

IBILIZ IBILI | Juan Mari Feliú

Madalen, balcón de Zuberoa

p045_f01.jpg

A medio camino entre Maule y Atharatze la oronda cumbre de Madalen ofrece una amplia panorámica en todas las direcciones, desde las verdes llanuras de Pettarra, Miztikile y Eskiola hasta las boscosas cumbres coronadas de roquedos del Arbaila y el esbelto cordal del Pirineo Vasco, desde Ori al picudo Auñamendi. A juzgar por los vestigios encontrados la ermita de Madalen (s. XV) que corona esta cumbre se encuentra asentada sobre un templo preromano. El templo fue ampliado en el siglo XIX.

Para adentrarse al rico patrimonio de este recóndito herrialde vasco la mejor opción pasa por completar alguno de los numerosos senderos señalizados que recorren desde los pueblos los principales espacios naturales de interés. Es importante ir a la montaña con buen tiempo, imprescindible para disfrutar del paisaje, teniendo en cuenta sobre todo que esta zona es la más lluviosa de Euskal Herria.

La excursión se inicia en el aparcamiento del cementerio de Atharatze, una vez hayamos pasado entre las primeras casas de la segunda localidad de Zuberoa. Unas señales amarillas o verde-amarillas nos ayudarán a seguir el itinerario correcto por un carretil que discurre junto una regata hasta alcanzar un cruce de tres carretiles. Un cartel indica a la derecha el que accede a la cumbre de Madalen. Nuestro itinerario continúa por el central ganando altura por fuerte pendiente. Tras dejar poco más abajo un gran caserío el «asfalto» finaliza en el cercano caserío Etxabertia, para continuar por una amplia pista de tierra por el perfil de una loma. Aquí entraremos en una zona colonizada por hermosos castaños y robles hasta introducirnos definitivamente bajo el hayedo, donde abedules, acebos, sauces y fresnos crecen por doquier.

Tras dejar un desvío a la izquierda, dejaremos el bosque para continuar subiendo por una zona abierta cubierta de helechales, al tiempo que disfrutaremos de un paisaje que se irá abriendo conforme ganamos altura. Guiados por las señales, se pasa bajo un tendido eléctrico hasta que, una vez alcanzado el borde del bosque, el camino da paso a una clara senda. Al otro lado de la vaguada veremos el solitario caserío de Erregaborda, por donde pasaremos cercanos durante el regreso de la cumbre. Tras pasar dos portillos y unas parcelas de fornidos abedules y unidades de avellanos saldremos a cielo abierto y poco después al carretil de acceso a la cumbre de Madalen. Tras un suave rodeo a la cúpula cimera estaremos ante la vetusta ermita, un mirador abierto hacia las tierras de Zuberoa, una torreta de comunicaciones y casetas de servicios.

Desde los modestos 795 metros de altitud la vista se abre en todas las direcciones. Hacia el sur desde el puntal de Argibiela, el abultado Sodu, las montañas de Izarbe hasta el altiplano de Larra, donde emergen los picudos Auñamendi y Arlas, la sierra de Anielarra y el cordal axial de los Pirineos occidentales desde Lakora hasta Ori. El círculo es seguido por el macizo de Irati y en frente el de Arbaila con grandes bosques y cumbres rocosas. A los pies tendremos el ancho valle regado por el caudaloso río Uhatzandi, salpicado de pueblos y un universo de caseríos y bordas. Hacia el oriente veremos el encrespado alzamiento de las montañas bearnesas.

El regreso hacia Iruri lo iniciaremos regresando a la curva del carretil anterior a la cumbre para bajar, tras pasar un portillo, por unas rodaduras que nos llevarán al próximo collado de Letxegita (633 m.). Aquí abandonamos el cordal por una pista situada a la izquierda que nos llevará por los flancos norteños de Madalen a un alto donde hay unos rediles y el contadero de ganado de Lakosteborda. Un desvío a la izquierda lleva a la cercana borda Errega. Señal a Iruri. Continuar bajando por una pista de grava entre campos cercados por alambradas hasta alcanzar de nuevo el bosque, a la altura de las casas de verano Agerraberria.

De este lugar una amplia senda situada a la izquierda nos llevará a media ladera, pasando junto varios abrevaderos hasta la terminal de una pista «todo uno». Seguiremos por ella sin dejar la sombra de un denso bosque hasta un cruce donde hay mesas y bancos. Por la pista situada a la izquierda alcanzaremos finalmente Iruri. En este pequeño y pintoresco pueblo podremos ver el castillo Elizabia, escenario de la sublevación campesina capitaneada por el cura Matalas y algunas casonas nobles. Iruri fue cuna del celebre poeta y escritor Pierre Bordazarre, más conocido por «Etxahun», autor entre oras obras del popular «Agur Zuberoa». Hasta Atharatze iremos por el borde de una tranquila carretera, entre un coqueto paisaje y con la vista puesta en las altivas cumbres de Izarbe, Lakora y Kartxela.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo