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Lagun Aro GBC sucumbe ante el Barcelona en el Donostia 2016 Arena

La ansiedad pesa en exceso

Un pésimo porcentaje en el tiro y el verse a remolque desde el salto inicial atascó a los de Sito Alonso.

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LAGUN ARO GBC 56

BARCELONA 71

Arnaitz GORRITI

Lagun Aro GBC se ha complicado y mucho sus opciones de jugar la Copa, después de caer ante el Barcelona. En un Donostia 2016 Arena que registraba su mejor entrada en mucho tiempo, los hombres de Sito Alonso cayeron con toda justicia ante un rival que se mostró sobrado de recursos -aún sin Navarro ni Ndong- y que dio la impresión de tener mecha de reserva. Pete Mickeal, Eidson, Ingles y Huertas trajeron por la calle de la amargura a unos donostiarras que jamás lograron verse por delante en el marcador.

Porque además de la calidad del rival, la propia ansiedad le jugó una mala pasada a Gipuzkoa Basket. El mal partido de Vidal -superado por Ingles y sobre todo Mickeal- o Baron -borrado entre Eidson y Sada-, el pésimo pocentaje en el tiro, especialmente en el triple -4 de 19 desde más allá de los 6,75 metros y 17 de 45 en los tiros de dos- y un nerviosismo creciente conforme se acercaba el final del partido bloquearon a los locales, que solamente se pudieron encomendar a Panko -20 puntos- y a Doblas -10 rebotes-, con chispazos de Salgado y Neto.

Injusto 0-10 final

De todas maneras, Lagun Aro GBC se mantuvo dentro del partido hasta los últimos instantes. Pese a ir siempre por debajo en el marcador, los de Sito Alonso golpeaban a base de cargar el rebote de ataque -lograrían 16, por 6 de los de Xavi Pascual- y a base de arriesgar en defensa -el Barcelona perdería 16 balones, cuando su media es de 12,07-.

Así, y aunque un triple de Lorbek llevara el duelo 33-43 al descanso, los donostiarras aguantarían el tirón, logrando imponerse en el tercer período, y se situarían a una esperanzadora distancia de 4 puntos en el arranque del cuarto final, después de una canasta de Ogide tras rebote ofensivo: 51-55.

Pero a partir de ahí, se apagarían las luces donostiarras. Eidson y Mickeal veían la canasta, mientras que Panko, Doblas o Vidal erraban. Para colmo, fruto de los nervios, Lagun Aro GBC perdía hasta 16 balones.

Tras el 56-61 que anotara Salgado, el Barcelona lograría un parcial de 0-10 tan injusto como definitivo para los locales.

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