Compromiso común en Larresoro y Etxarri
Sacudido todavía por la noticia de la muerte de José Luis Alvarez Enparantza, Txillardegi, este país asistió ayer a dos eventos de gran significado político, uno en Etxarri Aranatz y otro en Larresoro. En la localidad de la Sakana, un acto conmemorativo del Movimiento de Alcaldes subrayó la vigencia de las demandas que hace 35 años hicieron suyas cargos electos de todo el país, mientras que el municipio labortano acogió un Elkartasun Eguna en el que el Colectivo de Refugiados Políticos Vascos expresó su compromiso con el proceso democrático emprendido por este pueblo, que tiene como meta alcanzar un escenario en el que todos los derechos sean respetados y todos los proyectos posibles. El acto estuvo marcado por los importantes acontecimientos ocurridos en los últimos meses y la declaración del colectivo fue escuchada con gran atención. Dos actos distintos con protagonistas diferentes pero con un elemento común: el compromiso con el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria y la defensa de los derechos que le corresponden a este pueblo.
En Larresoro, en la línea de lo manifestado por una decena de exiliados a este periódico el pasado día 6, el colectivo de refugiados expresó su determinación de aportar todo lo que esté en su mano en esta nueva fase política, situando el anuncio histórico de ETA como una aportación decisiva para avanzar en la solución, y recordando, asimismo, que esta exige atender a las raíces del conflicto y a sus consecuencias, sobre las que instaron a los estados a que entablen un dialogo con la organización armada. El anhelo de vivir en una nación libre les condujo a ser refugiados y refugiadas, y actos como el de ayer certifican que ese deseo se mantiene invariable, igual que su compromiso.
Algunas de las personas que comparecieron en Larresoro se vieron obligadas a refugiarse en la misma época en que un numeroso grupo de alcaldes decidió poner negro sobre blanco lo que demandaba la mayoría social de este pueblo. Han pasado 35 años y aquel manifiesto sigue vigente. Es hora de que esas demandas se cumplan, y de que los refugiados vuelvan a casa.