Novak Djokovic comienza la defensa no sólo del título del Abierto de Australia, torneo que ya ha ganado dos veces, sino de la temporada pasada que dominó con pocas concesiones hasta alcanzar el número 1.

El serbio tendrá que defender una enorme cantidad de puntos que sumó durante un espectacular 2011 en el que ganó tres grandes -Australia, Wimbledon y Open USA-, además de cinco Masters 1.000 gracias a un juego sin fisuras. Su debut oficial de la temporada es en Melbourne, en donde la alternativa al tenis del balcánico es la habitual empezando por Nadal, que ayer dijo que llega mejor de lo que esperaba hace tres semanas.

Tocado anímicamente tras perder las seis finales que el año pasado jugó ante Djokovic, busca una mayor agresividad en su juego por lo que hasta ha cambiado de raqueta. También está Federer, el recordman histórico en títulos del Grand Slam que pretende el quinto en Australia pese a unos recientes dolores de espalda. Y Andy Murray, vencedor este año en Brisbane y que con la colaboración del legendario Ivan Lendl quiere conseguir ese primer grande que se le resiste. Otros jugadores como Jo-Wilfred Tsonga, finalista en en 2008 y en buena forma como ha demostrado con su reciente victoria en Doha o David Ferrer -que ha repetido título en Auckland- tendrán algo que decir en el centenario de la competición masculina del certamen aussi. Esto se notará en la dotación de premios que alcanza un total de 21,15 millones de euros.

El cuadro femenino sigue abierto. La número uno mundial Caroline Wozniacki busca su primer gran título y Kim Clijster defiende el de 2011, aunque unos problemas en la cadera pueden condicionarle.

También a Serena Williams, pentacampeona del torneo, que sufrió un esguince en Brisbane. Algunas de las alternativas han ganado algún grande como Kvitova o Maria Sharapova.