Por mucho que queden otras diez jornadas por disputar, que todavía no es el momento de estar a tope y que tanto Xala como Laskurain saben lo que es jugar las semifinales tras inicios de fase regular nada ilusionantes, los dos pelotaris eran conscientes de que no podían seguir haciéndose los remolones y el «por fin» que ambos exclamaron casi al unísono al término del partido de ayer en el Adarraga así lo demuestra. Superados o mejorados los problemas físicos que ambos arrastraban, -en el hombro el delantero y en el glúteo el zaguero- los dos pelotaris se acercaron al nivel que se espera de ellos y consiguieron un triunfo que incluso se antoja escaso en el marcador ante un Titín al que sigue atragantándosele el recinto logroñés y un David Merino que tampoco se encontró cómodo en casa.

La pobre respuesta que ofrecieron en la despedida del año ante Berasaluze VIII-Albisu recuperó la imagen de ese Xala remolón que necesita de un acicate para ponerse las pilas y despertar su gen competitivo. Aritz Laskurain ya sabía del año pasado que cuatro derrotas consecutivas no tienen por qué ser definitivas, pero con un campeonato en el que dos de los cuatro pases a semifinales parecen decididos, urgía una reacción y esta se dio en Logroño.

Parcial demoledor

Eso sí, ayer también hubo que esperar un poco. Titín comenzó con un acierto en ataque que terminaría echando en falta y, con un Merino solvente, la pareja riojana se adelantó 1-5 para deleite de la parroquia local.

Sin embargo, en cuanto pudieron poner en juego su pelota, las tornas del partido cambiaron por completo. El material fue determinante y, con una pelota de mucho menos salida, Aritz Laskurain ejerció un claro dominio sobre David Merino del que Xala supo sacar provecho. A pesar de que la estadística final de tantos/errores beneficiara al de Villar de Torre, los números no reflejan la superioridad del zaguero guipuzcoano, lo que además de brindar pelota franca a Xala, hizo que Titín se ofuscara en buscar los tantos demasiado lejos del frontis.

Con el de Lekuine muy entonado en el remate, tirando de repertorio, y con David Merino incapaz de asentarse en el frontón, por mucho que incluso se retirara a vestuarios en el empate a cinco para cambiarse las zapatillas, los colorados consiguieron encadenar un parcial de 17-5 que resultó definitivo.

En la fase final del partido quizá adolecieron de falta de algo más de contundencia con la que poder arreglar un average que los sigue condenando a la penúltima posición de la clasificación, pero ya han empatado a sus rivales de ayer. Parece que tanto Xala como Laskurain se han desperezado y, sin duda, están a tiempo de poder luchar por entrar en semifinales.