El de Deba, destacado en la Copa, espera una oportunidad desde el banquillo
Riesgo: «Cuesta ver que no juegas y entrenar, pero hay que asimilarlo»
El guardameta guipuzcoano reconoce que Andrés Fernández «lo ha hecho fenomenal» hasta ahora y, pese a no jugar, manifiesta que se encuentra «muy cómodo» en Iruñea, aunque «con las circunstancias que rodean al fútbol nunca sabes dónde vas a estar mañana».
Natxo MATXIN
Estaba llamado a ser el portero titular de Osasuna para la presente campaña después de protagonizar una gran pretemporada, pero Asier Riesgo está reñido con la suerte. Un inoportuno choque con un rival en el primer partido liguero del Calderón le dejó dos meses en el dique seco y la oportunidad no la desaprovechó Andrés Fernández, ahora indiscutible.
El de Deba ha realizado grandes años en Eibar, Donostia y Huelva, pero nunca ha contado con la suficiente continuidad de los técnicos. Su llegada a Iruñea coincidió con uno de los mejores momentos de Ricardo y ahora que llegaba la hora del relevo tuvo la mala fortuna de toparse con esa inesperada lesión.
A base de infortunios, el guardameta guipuzcoano ha ido haciendo callo de su situación y ello le ha permitido hacerse muy fuerte mentalmente. «Tras lesionarme en el Calderón, los siguientes cinco o diez minutos los pasé muy mal, todo era rabia -se sincera-, pero después ya cambié el chip y empecé a pensar en la recuperación, siempre hay que intentar mirar hacia adelante», explica.
No es sencillo sobrellevar la suplencia, sobre todo en el caso del portero, por lo difícil que resultar recuperar la titularidad. «Cuesta ver cada domingo que no juegas y venir el lunes a entrenar, pero te vas haciendo y lo asimilas lo mejor posible. Siempre hay una motivación para trabajar y, cuando te toque jugar, hacerlo lo mejor posible».
Esta es su segunda temporada como rojillo, le queda un año más de contrato y la pregunta es obligada: ¿Seguirá en Osasuna de seguir su situación? «Sinceramente, estoy muy a gusto aquí, muy cómodo con el club, con los compañeros y con la afición, pero pensar en el futuro es un poco perder el tiempo. Con las circunstancias que rodean al fútbol nunca sabes dónde vas a estar mañana», responde.
Al menos, Riesgo ha dejado constancia de que hay garantías caso de que sea necesario que haya rotación en la portería osasunista. Su participación en la Copa ha sido más que notable, firmando intervenciones de mucho mérito, especialmente en el Camp Nou, pese a encajar cuatro goles en el feudo blaugrana. «Siempre intento demostrarle al míster que estoy preparado para jugar y podíamos haber llegado más lejos en esta competición, pero el sorteo no fue propicio y nos tocó en el cuadro más difícil», reconoce.
Fuerte competencia, pero sana
Un nivel técnico que es característica común en el cuadro de guardametas que engrosan ahora mismo la nómina osasunista. Y para el debarra hay un dato que explica dicha circunstancia: la alta y sana competencia que existe en cada entrenamiento. «Ello te hace mejorar, estar alerta e intentar superarte para demostrar que puedes ser mejor que el otro. En nuestro caso hay una competencia muy fuerte, pero sana, y eso nos hace mejorar a los tres», analiza.
De momento, a Riesgo le vuelve a tocar esperar otra oportunidad, ya que Andrés se ha asentado en el puesto. «Durante los dos meses que estuve lesionado lo hizo fenomenal y además el equipo entró en una buena dinámica que nos ha llevado a estar quintos hasta esta pasada semana. Es normal que el míster mantenga su confianza en él, cuando las cosas van bien no hay que cambiarlas», concede.
Una trayectoria, la del equipo, que, sin embargo, se truncó ante el Racing. A juicio del cancerbero guipuzcoano, «la filosofía sigue estando clara, apretar fuerte arriba y meter mucha intensidad, pero es cierto que últimamente no estamos encontrando esa frescura necesaria. En una parte de la temporada, muchos jugadores han estado a un nivel muy alto y eso no se puede mantener siempre», admite.
La visita del Valencia siempre trae gratos recuerdos a la parroquia rojilla, sobre todo por el más inmediato pasado. Contra los chés se jugó Osasuna la clasificación para la previa de la Champions aquel feliz 16 de mayo de 2006, en el que se impuso como local por 2-1.
Con sus goles al inicio de la segunda parte, Milosevic y David López pusieron las bases para la orgía futbolística iruindarra, que a punto estuvo de chafar un Villa que anotó en el descuento y que para aquel entonces ya se bastaba solito a la hora de poner en jaque a las defensas rivales y meter el miedo en el cuerpo a la grada.
Pues bien, desde aquel histórico encuentro, la escuadra navarra solo ha perdido en una ocasión con el Valencia en El Sadar. Fue el 22 de noviembre de 2009 cuando el asturiano y Albelda, con sendas vaselinas, adelantaron a su equipo por partida doble en veinte minutos. 1-3 sería el resultado final de un partido en el que Velasco Carballo también se erigió en protagonista al expulsar a Pandiani y Miguel Flaño.
El resto de resultados en estos últimos cinco años se dividen en dos empates (1-1 y 0-0) en las dos siguientes campañas tras el 2-1 que dio acceso a la previa de Champions y en otras dos victorias, ambas por la mínima, intercaladas entre la única derrota ya señalada.
Sin embargo, esta buena racha se contrapone a la circunstancia de que el Valencia es el segundo mejor visitante este año, ya que únicamente ha perdido dos partidos fuera en lo que va de temporada, ambos en la capital hispalense, ante Betis y Sevilla. N.M.