El socialdemócrata alemán Schulz es ya presidente del Parlamento de la UE
De carácter voluble, el socialdemócrata alemán Martin Schulz es un apparatchik que salió del anonimato en 2003 tras un altercado con el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi. Promete una presidencia del Parlamento de la UE menos anodina que la de su predecesor.
Yann OLLIVIER (AFP) | ESTRASBURGO
A sus 56 años de edad, Martin Schulz fue elegido ayer presidente del Parlamento de Estrasburgo por un mandato de dos años y medio en sustitución del conservador polaco Jerzy Buzek.
Silvio Berlusconi le lanzó inconscientemente al estRellato al achacarle en el transcurso de un debate parlamentario el papel de kapo -prisioneros-colaboradores de los campos de concentración nazis-. Un año después, Schulz, que llegó a Estrasburgo en 1994, accedía a la Presidencia del Grupo Socialista, que dirigirá con mano de hierro.
«Es un europeísta convencido», asegura de él el copresidente de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, quien augura que sabrá, desde su cargo, «defender el método comunitario ante las tentativas de renacionalización de los estados». El propio Schulz promete luchar frente a los estados para reafirmar los poderes del Parlamento y reducir el déficit democrático de la Unión.
Mirada de acero tras sus finas gafas, «no fuma, no bebe y mantiene un tipo de vida super-estricto», asegura un miembro de su entorno. Respetado por muchos, no falta quien confiesa temerle, «Tiene un carácter muy irritable y no es fácil trabajar con él», asegura un funcionario de Bruselas.
Ante las cámaras, siempre encuentra la fórmula para hacerse notar, criticando a la vez al «directorio franco-alemán« o al «capitalismo de casino».
Al punto de resultar irritante. A los socialistas franceses no les gustó que les calificara de «primos»: «Cuando están arriba, te cagan a la cara, pero cuando están abajo beben en tu mano», dijo de ellos un día Schulz ante los periodistas.
La extrema derecha y los euroescépticos le detestan: «Schulz tiene el cerebro de Lenin y habla como Hitler», dijo de él el líder del Frente Nacional Jean-Marie Le Pen, furioso porque fue quien le impidió presidir la sesión inaugural parlamentaria en julio de 2009 como el parlamentario de más edad.
Cohn-Bendit asegura, sin embargo, que su impulsividad es más una pose. Un funcionario europeo confirma que «para obtener la Presidencia de la Cámara, ha hecho todo por molestar lo menos posible».
Schulz accede al cargo con el apoyo de grupo conservador en virtud de un acuerdo tradicional de alternancia. Una Gran Coalición que le ha obligado a tragar con un buen número de componendas.