Donostia celebra desde la medianoche su día grande y las vecinas y vecinos de la ciudad lo van a dar todo para disfrutar a tope. También unas cuantas visitantes, que servidora conoce a más de una que todos los años recorre cien kilómetros para participar de la Tamborrada. Pero también hay alguno que no va a gozar de la fiesta. ¿Por qué? Porque no les gusta el nuevo gobierno municipal. Por ejemplo, Juan Carlos Olarra, quien en «estrelladigital.es» comenzaba explicando de qué va el tema: «Aunque no tiene la repercusión mediática de otras fiestas populares como San Fermín o la Feria de Abril, probablemente muchos lectores son conscientes de que la noche de este 19 de enero abre en la ciudad de San Sebastián un período festivo de 24 horas en torno a la evocación del Santo Patrón, instrumentada en los centenares de tamboreadas que desfilarán interpretando las marchas del maestro Sarriegui». Y agregaba, antes de entrar en materia, que «El momento central de la fiesta es sin duda la izada de la bandera en la Plaza de la Constitución», un momento que, señala, «ha estado teñido, hasta donde mi memorial alcanza, de una fuerte carga política».

Dicho esto, hace un poco de memoria. A su manera, eso sí: «Mis primeros recuerdos se remontan al alcalde Lasa, último del período de Franco, cuya dimisión se pedía estruendosamente entre globos que pedían la amnistía. Algunos pensaban que la llegada de la democracia restauraría el orden normal de las fiestas, que son para disfrute y celebración colectiva, pero desgraciadamente no fue así». ¿Por qué sería? Luego, Olarra se lamenta porque «en aras al mantenimiento de la calma social, los nacionalistas `moderados' decidieron permitir que la fiesta, todas las fiestas, fuesen secuestradas por los etarras y su entorno para convertirlas en escenario de sus reivindicaciones». Que sepa, los únicos que han secuestrado fiestas han sido los uniformados que las han reventado unas cuantas veces. Pero el columnista va a lo que va, a lo que realmente le duele: «Por primera vez saldrá al balcón un alcalde de San Sebastián que representa directamente a todo ese entorno etarra que viene tratando de secuestrar la fiesta en las últimas décadas, por lo que no sabemos cuál será su reacción». A quien representa Juan Karlos Izagirre es primero a la formación más votada en Donostia y ahora a todas las donostiarras. ¿Su reacción? Que se pase por allí.